La noche del martes, los indígenas lograron suspender el segundo debate de la Ley de Aguas. Los miembros policiales procedieron a salvaguardar la seguridad de los asambleistas reprimiendo con gas lacrimógeno a los manifestantes que se defendían con palos y piedras, produciéndose una batalla campal.
Durante el enfrentamiento se produjeron cuatro bajas de efectivos de la Policía.
En una rueda de prensa realizada por la noche, después de que se suspendió el segundo debate de la Ley, las organizaciones indígenas Ecuarunari, Conaie, Fenaie y Fenocin, decidieron radicalizar la movilización. Convocaron a todos los sectores sociales a unirse a la protesta.
El presidente de la Asamblea, Fernando Cordero, cuestionó que se pretenda imponer a la fuerza a la Asamblea una tesis que puede ser discutida y debatida bajo la racionalidad. Ofreció radicalizar la democracia para escuchar las propuestas concretas respecto al proyecto de Ley de Recursos Hídricos.
Corderó además aplazó la sesión para el próximo jueves y resposabilizó a los dirigentes indígenas de cualquier hecho violento que pueda presentarse.
Marlon Santi, presidende de la Confederación de Nacionales Indígenas (CONAIE), aseguró que procederán a cerrar las vías para radicalizar la protesta ante el debate de la Ley de Recursos Hídricos que realiza la Asamblea.
Según las declaraciones de Santí, los indígenas procederán a cerrar las vías en las provincias del centro de la zona andina y en la Amazonía.
Las distintas organizaciones indígenas consideran que la Ley es un intento para privatizar el agua, mientras que el Gobierno niega aquella posibilidad.
El presidente de la CONAIE, espera el respaldo de los estudiantes, comerciantes minoristas y vendedores ambulantes.
Los manifestantes anunciaron que permanecerán en las afueras del Legislativo los días que sean necesarios para, defender el agua.