Vie. Nov 22nd, 2024

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, dijo hoy que la explotación petrolera en el parque nacional Yasuní, una rica zona de biodiversidad en la Amazonía, permita a su país lograr un crecimiento sostenido en los próximos años de hasta un 8 por ciento anual.

4-yasuni-itt-proyecto-petroleroEl mandatario, en una entrevista en el canal Telerama, aseguró que la explotación del llamado eje ITT, en el Yasuní, tendrá una gran repercusión en el aspecto económico, pero también en lo social, pues le facilitará combatir la pobreza, sobre todo la extrema, que se ha propuesto erradicar hasta 2017, cuando termine su mandato.

«El impacto es muy grande», aseguró, pues se estima que la producción petrolera de los campos Ishpingo, Tambococha y Tiputini (ITT) le permitirá al país aumentar en 5 puntos porcentuales la tasa de crecimiento en la etapa pico de producción de dichos yacimientos.

Correa comentó que, según cálculos del Gobierno, sin la explotación del ITT, como reclaman grupos ambientalistas, su país crecería en un 3 por ciento, pero que con esa explotación, en unos dos o tres años más, podría alcanzar tasas de un 8 por ciento.

«No podemos ser tan irresponsable para dejar más de 18.000 millones (de dólares) bajo tierra», en un país que aún tiene un 24 por ciento de desnutrición infantil y tasas de pobreza importantes, añadió el mandatario.

Sin embargo, explicó que fue una decisión «dolorosa» pedir a la Asamblea Nacional legislativa que apruebe la explotación del ITT, ya que ello también supuso el fin de una iniciativa suya para dejar bajo tierra los 920 millones de barriles de crudo de reserva en esa zona, a cambio de una compensación internacional.

Se refirió al proyecto que presentó en 2006 y que pedía a la comunidad internacional, a cambio de no explotar el ITT y mantener intacta la reserva Yasuní, 3.600 millones de dólares en 12 años, la mitad del dinero que entonces calculaba podía obtener.

El proyecto, calificado de vanguardista por el efecto ante el cambio climático, no tuvo la respuesta de «corresponsabilidad» que Correa esperaba, por lo que dio marcha atrás.

No obstante, el presidente ecuatoriano ratificó que la explotación del eje ITT contará con la mejor tecnología disponible para «minimizar» el impacto ambiental en el Yasuní, una reserva de la biosfera y una de las zonas de mayor concentración de biodiversidad del planeta.

«Le pusimos alma, vida y corazón a esa iniciativa, para salvaguardar el Yasuní», pero la comunidad internacional falló, insistió Correa.

También se refirió a las críticas de ciertos sectores ecologistas y de indígenas que se oponen a la actividad petrolera en el Yasuní, por considerar que se pondría en peligro a pueblos aborígenes en aislamiento voluntario o no contactados.

Según Correa, en la zona de actividad petrolera no se ha registrado la presencia de esos grupos que habitan también en una zona denominada intangible, aledaña al sector de la explotación, y que son protegidos por leyes nacionales e internacionales.

El mandatario aseguró que, «si hay el avistamiento (de esos grupos de nativos) se para la actividad» petrolera, como manda la normativa, pero insistió en que los estudios efectuados en la zona de extracción no advierten la presencia de ellos.

Asimismo, dijo que la ley le permite ejecutar actividades de extracción en la zona intangible, aunque reconoció que su grupo parlamentario posiblemente no dé paso a actividades en esa región.

También se refirió al pedido de consulta popular planteada por organizaciones opuestas a la intervención en el Yasuní, y no rehuyó a esa posibilidad, aunque afirmó que la mayoría de la población en la Amazonía ecuatoriana está de acuerdo con su decisión.

El beneficio será para «todo el país», pues los municipios, parroquias y prefecturas provinciales recibirán unos 1.500 millones de dólares de los recursos que genere el ITT.

«Hay que aprovechar al máximo los recursos naturales no renovables» para salir de la pobreza y dirigir el desarrollo nacional, añadió Correa, tras remarcar que la explotación en esa zona estará exclusivamente a cargo de la petrolera estatal Petroamazonas, empresa que ha recibido varios premios internacionales por su gestión ambiental y social. EFE

Por kochoa