Jue. Nov 21st, 2024

Tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, el gobierno militar de Augusto Pinochet estableció a lo largo de Chile cientos de campos de prisioneros. Miles de personas pasaron por ellos. Muchas murieron. Casi todas sufrieron torturas.

 

Los relatos de lo que ocurrió en esos lugares son escalofriantes, pero también iluminadores. En medio del drama, los presos intentaban sobrellevar de la mejor manera posible lo que vivían, aprendiendo idiomas y creando talleres laborales y artísticos que les permitieran armar una rutina, aprovechar el tiempo de cautiverio y mantener el espíritu en alto.

 

En la miniserie aquí publicada (*) exprisioneros dan testimonio del papel que jugó la música durante el tiempo que pasaron en cautiverio. Cantaban para celebrar que alguien era puesto en libertad, para apoyarse en los peores momentos, para festejar un cumpleaños o un matrimonio o simplemente porque cantar los hacía sentirse vivos y libres.

También es posible escuchar extractos de un acto de despedida grabado clandestinamente en el centro de detenidos de Chacabuco, que el cantautor Ángel Parra -quien estuvo preso en ese recinto- convirtió en un disco. Es uno de los pocos documentos sonoros que existen de esos días.

Capítulo 1: El testimonio de Víctor Jara

Víctor Jara

Durante el cautiverio que vivieron, los prisioneros políticos chilenos crearon muchas obras basadas en la experiencia que vivían. Una de las más emblemáticas fue el poema que el cantautor Víctor Jara escribió en el Estadio Chile antes de morir. Con sus versos finales Isabel Parra hizo una versión cantada incluida en este capítulo.

Capítulo 2: Cantar en silencio

En el tiempo que pasó en distintos campos de prisioneros, la música era para Iván Parvex «una forma de descanso». En una conversación que mantuvo en los estudios de la BBC con la musicóloga Katia Chornik revela que durante su encierro fue un entusiasta participante en todas las actividades musicales organizadas por los detenidos y cuenta cómo cuando le prohibían cantar se las ingeniaba para seguir haciéndolo aunque fuese mentalmente.

Capítulo 3: El coro del estadio

El Estadio Nacional fue uno de los principales centros de detención creado por el gobierno militar chileno tras el golpe de Estado de 1973. Se calcula que al menos 7.000 personas pasaron por allí. En 2001 la documentalista Carmen Luz Parot reconstituyó la memoria de lo que ocurrió en ese recinto y al develar la cotidianeidad de los prisioneros se encontró con un importante anecdotario musical.

Capítulo 4: El creador de reyes

Sergio Vesely estaba en el campo de prisioneros de Puchuncaví cuando el nacimiento de un bebé lo inspiró a escribir la primera de las numerosas canciones que compuso durante su detención. Aquí habla de cómo la vida diaria en el recinto le servía de excusa para crear y se pueden escuchar algunos de sus temas.

Capítulo 5: Las despedidas

Beatriz Miranda, que estuvo en varios centros de detención, comparte con BBC Mundo sus recuerdos de los momentos más importantes en que las prisioneras cantaban y habla del repertorio que elegían. (Duración: 5 minutos)

(*) Esta serie fue transmitida y publicada originalmente en 2005 con el título Canto Cautivo. La musicóloga Katia Chornik, quien lleva años estudiando el tema de la música en los campos de prisioneros de Pinochet, colaboró en ella haciendo entrevistas y aportando material que ha recopilado durante su investigación.

Fuente:

Carolina Robino

BBC Mundo

Por kochoa