Los átomos son 99.9999999999999 por ciento compuestos de espacio vacío.
Como lo explicó Tom Stoppard: «Haga un puño, y si éste fuera del tamaño del núcleo de un átomo, el átomo sería tan grande como la catedral St. Paul, y si se tratara de un átomo de hidrógeno, habría apenas un electrón del tamaño de una polilla revoloteando en una catedral vacía, del domo al altar.»
Si se pudiera forzar a que todos los átomos se unieran, quitando todo el espacio entre ellos, todas esas catedrales vacías ocuparían el volumen de un terrón de azúcar que tendría un peso de cinco mil millones de toneladas; alrededor de diez veces el peso de todos los seres humanos que habitan el planeta.
Fuente: Telegraph Vía: Maikelnai’s blog