La medida fue ejecutada cuando la Superintendencia de Telecomunicaciones detectó varias novedades durante el empadronamiento de celular y líneas de diferentes operadoras.
Esto hizo que la entidad de control emita una boleta de sanción para las tres empresas de telefonía móvil del país e iniciará la depuración o bloqueo definitivo de teléfonos que no estén debidamente validados por el sistema. “Encontramos que más de 2 millones y medio de dispositivos estaban indebidamente registrados”, indicaron fuentes oficiales de este organismo gubernamental.
El procedimiento que realizaban los cachineros para devolver a la circulación a los teléfonos robados era el uso de software. Actualmente, con el plan que ejecuta la Supertel desde abril de este año serán difícil habilitar a un móvil de dudosa procedencia en cualquier de las telefónicas.