«Entrené a los mejores jugadores, al auténtico Ronaldo, al brasileño, no a éste (en referencia a Cristiano)», lanzó el pasado sábado el entrenador luso en una entrevista a ‘ESPN’, en la que también tuvo palabras para la entidad blanca: «Es un club especial. No es sólo un club. Es política. El Real Madrid no es sólo fútbol, no es sólo deporte, es muchas cosas que hay alrededor».
El técnico abrió así una nueva polémica con Cristiano Ronaldo, que respondió este lunes desde la ciudad estadounidense de Los Ángeles, antes de emprender viaje a Miami para disputar el encuentro del miércoles contra el Chelsea. «Hay cosas en la vida que no merecen comentarios y esa es una por razones obvias», dijo.
«Siempre he respetado a mis entrenadores allá donde he estado y me quedo con las cosas buenas. Siempre intento aprender algo de ellos. Hablar de gente que habla mal de mí… Ya estoy acostumbrado. En Portugal suelo decir esto: yo no escupo en el plato del que como. Me quedo con las cosas positivas», añadió la estrella portuguesa.
Ha sido el último episodio de una relación que ha cambiado radicalmente en unos meses. De la admiración que demostraban uno hacia el otro en elogios mutuos a la frase ‘envenenada’ que le mandó el pasado sábado Mourinho a Cristiano. De los calificativos de mejor jugador a haber entrenado «al mejor Ronaldo, el auténtico, no éste».
Cristiano desvinculó entonces su futuro en el club de la continuidad del técnico y Mourinho, tres días después, respondió: «Dio la respuesta correcta. Tiene que pensar en él y en su club. En los tres primeros meses de temporada no estaba feliz y ahora lo está».
Pero el entrenador no sólo se quedó ahí. También responsabilizó al atacante, sin citarlo, del mal inicio de la pasada Liga que le distanció del liderato del Barcelona. «Empezamos tristes y, cuando tienes un adversario que es difícil que pierda puntos y le das ventaja, después es difícil llegar», dijo a primeros de mayo.
Las últimas palabras de Mourinho o la posterior respuesta de Cristiano, pero también más asuntos pendientes en el recuerdo de hace unos meses, como el enfrentamiento del técnico con Iker Casillas, Pepe y parte de la plantilla al final del pasado curso, hacen que el duelo del miércoles no sea sólo un amistoso veraniego.
Es el primer partido del entrenador contra el Real Madrid, al que dirigió durante tres temporadas -con la consecución de una Liga, una Copa del Rey y una Supercopa de España-, desde su despedida del club, el pasado 1 de junio contra el Osasuna con un 4-2 en el Santiago Bernabéu, en la última jornada del Campeonato de Liga.
Fue un adiós por la puerta de atrás para el técnico portugués. Tenía tres años más de contrato, pero la división en el vestuario y en la grada hacia él y la decepcionante campaña del equipo (sólo ganó la Supercopa de España, se quedó sin opciones reales en Liga muy rápido, perdió la final de Copa del Rey y fue eliminado en las semifinales de la Liga de Campeones), aceleraron su marcha.
El pasado 20 de mayo la anunció Florentino Pérez, presidente del club blanco, en el Santiago Bernabéu: «Tras las conversaciones mantenidas con José Mourinho, hemos decidido que esta relación acabe al final de esta temporada. Ambos hemos acordado que éste es el momento adecuado para dar por finalizada esta relación».
Dos meses y medio después, Mourinho se reencuentra con el Real Madrid, con Cristiano Ronaldo, con Iker Casillas… De nuevo con polémicas de fondo, pero esta vez en diferentes equipos, como rivales, en un partido con morbo que pondrá en juego el título de la ‘International Champions Cup’ entre el técnico y el club blanco. EFE