Manuel, indígena tzotzil de 10 años, vive en Los Altos de Chiapas en México y llegó a la capital tabasqueña con el propósito de ganarse unas monedas; sin embargo, durante un día normal de trabajo se encontró con Juan Diego López, quien le quitó un paquete de cigarrillos e hizo que el pequeño tirara toda su mercancía al piso. La sustracción se debió supuestamente porque el menor no podía vender cigarros; ante la acción, el niño comenzó a llorar de impotencia y rabia. El polémico hecho fue captado por un camarógrafo que se encontraba en el lugar. La grabación provocó que la opinión pública reprochara la actitud del funcionario y exigiera una sanción al alcalde Humberto de los Santos Bertury, quien ordenó el cese del empleado. La nota fue viral en Twitter.