Los cables de comunicaciones son instalados inapropiadamente, incumpliendo con las alturas de montaje lo que provoca inseguridad. Cada poste está planificado para resistir un esfuerzo mecánico de 300 a 500 kilogramos fuerza, condiciones normadas por la EEQ y el Ministerio de Electricidad y Energía Renovable, con el objetivo de soportar la estructura del servicio eléctrico.
A pesar de que la EEQ hace esfuerzos por colocar tensores en los postes, este hecho representa un riesgo para el servicio de electricidad y afecta al ornato de la ciudad.