La ministra de salud Carina Vance denunció ayer la existencia de centros donde se maltrata a las personas con el fin de cambiar su orientación sexual. Más allá de la existencia de estos lugares es importante reconocer el amor que debe primar en un núcleo familiar. Respeto ante todo, entendimiento de lo que somos y de lo que queremos para nuestros seres amados.
Si las personas que tenemos cerca eligen una condición sexual diferente el punto principal debe ser la comunicación. Hablar de lo que queremos para el futuro y tratar en lo posible de respetar lo que ese ser amado ha elegido.
La religión prohibe este tipo de condición pero debemos reconocer que haciendo el bien a nuestro semejantes también estamos cumpliendo con la ordenanza de nuestro Dios. Amor es la clave.
