«Nelson Mandela nos enseñó que la valentía de un hombre puede cambiar el mundo», dijo Obama tras visitar la prisión de la Isla de Robben, en la que el ex mandatario sudafricano pasó 18 de los 27 años que estuvo encarcelado por su oposición al régimen del «apartheid».
«En nombre de nuestra familia, estamos muy conmovidos por haber estado donde hombres de tanto coraje se enfrentaron a la injusticia y se negaron a rendirse», escribió Obama en el libro de visitas de la isla, situada frente a las costas de Ciudad del Cabo, en el suroeste de Sudáfrica.
«Sé que (Malia y Sasha) aprecian ahora un poco más los sacrificios de Mandela por la libertad, y que entienden que el espíritu de Madiba -como se conoce al antiguo estadista en su país- nunca puede ser encarcelado», dijo Obama en un discurso pronunciado en la Universidad de Ciudad del Cabo tras visitar la cárcel.
Mientras, la entrada del hospital de Pretoria donde está internado Mandela desde hace ocho días sigue siendo escenario de una peregrinación constante de admiradores que quieren rendir tributo al héroe nacional.
Ciudadanos de todas las razas y diversas nacionalidades mostraron un día más su reconocimiento por Madiba, dejando en la verja de la clínica globos, flores y dibujos y escritos con palabras de aliento.
El respeto y la gratitud con Mandela trasciende las diferencias culturales y raciales en Sudáfrica, un país profundamente marcado aún por las barreras entre sus numerosos grupos étnicos.
El matrimonio Du Preez, blanco y de origen afrikáner, acudió hoy con su hija Michelle, de 7 años, y su amiga Minke Myburgh, de 6.
«Un día se darán cuenta de la importancia (del momento), y podrán decir que ellas también hicieron oír su voz», dijo el padre de Michelle, Gawie du Preez, informó la agencia local de noticias Sapa.
El grupo contó pronto con refuerzos, al sumarse a sus rezos una delegación presente del también cristiano Ejército de Salvación.
La presencia militar se vio asimismo redoblada con la llegada a la zona de varios veteranos del ala militar del Congreso Nacional Africano (CNA), Umkhonto weSizwe, de la que Mandela fue en su día comandante en jefe.
Los antiguos militantes cantaron himnos de los tiempos de lucha contra el Gobierno racista de la minoría blanca, y reivindicaron una faceta de Madiba a menudo olvidada.
«Le recordamos como un comandante leal, desinteresado y muy disciplinado», dijo a los medios Kebby Maphatsoe, que encabezaba la comitiva, según informó la emisora de radio Eyewitness News.
«No debemos mentir nunca acerca de la historia y del papel que desempeñó Mandela», añadió Maphatsoe, en referencia a su liderazgo de la lucha armada contra el sistema segregacionista.
En el último parte oficial, el presidente sudafricano, Jacob Zuma, informó el sábado de que Mandela, considerado el padre de la democracia multirracial sudafricana, seguía en estado «crítico pero estable».
Tras ser liberado en 1990, Nelson Mandela trabajó sin descanso por superar las heridas de más de tres siglos de dominación blanca.