Disciplina Doméstica Cristiana’ sembró la polémica ya que alienta y enseña a los hombres a pegarles a las esposas. A través de un documento de 54 páginas se establecen diferentes principios y prácticas básicas para poder golpear.
En el manual que está en internet se redactan varios puntos que los hombres deben tener en cuenta, entre ellos está el cepillo de pelo porque es “excelente para lograr la picadura deseada” aunque hay que tener cuidado porque se rompe fácilmente. Otra opción según el controversial manual es la raqueta de tenis, ya que se trata de un elemento silencioso y estable.
Los líderes del movimiento que posiblemente nació en Argentina explican, que se trata de una “práctica entre dos cónyuges en donde la cabeza de familia toma las medidas necesarias para lograr una relación sana y dinámica, así como para crear un hogar con un ambiente sano”.
De esta manera se podrá, según ellos, mantener una casa cristiana en orden y en paz con Dios.
RESPUESTA DE UN PASTOR
Ante esta publicación, un reconocido lider cristiano de Quito expone sus argumentos.
Para Carlos Bermúdez este grupo de personas están completamente erradas y su postura sorprende a la comunidad cristiana de nuestro país.
“Dios nos ordena amarnos los unos a los otros, con mayor entrega si se trata de la persona con la que decidimos formar una familia”, sostiene conmovido.
El pastor de jóvenes asegura que la mala interpretación de la biblia genera este tipo de escalofriantes comportamientos.
“En el libro de Pedro versículo 3: 7 se indica: Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a un vaso frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo. Esto implica que estamos sujetos a ellas dando honor y considerando su feminidad”, sentencia Bermúdez.
Además acota que en otro versículo se indica que, “ las casadas deber estar sujetas a sus maridos, como al Señor. Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia. Los maridos deben amar a sus mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella. También los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama”, indicó el reconocido líder.