Tres meses después de la muerte del presidente Hugo Chávez, el Cuartel de la Montaña, lugar donde reposan sus restos, continúa recibiendo peregrinos de todas las partes del país que se acercan a presentar sus respetos al líder de la Revolución Bolivariana.
Gente mayor y grupos de niños desde los colegios, hombres jóvenes solos o acompañados entran a presentarle sus respetos al líder que reposa en el que fue por un tiempo Museo Histórico Militar se convirtió en 2002 en cuartel por orden del mandatario fallecido el pasado 5 de marzo.
Enclavado en el popular barrio del 23 de enero, una zona de izquierdista del oeste de Caracas, la más popular de la capital venezolana, el edificio se divisa desde las instalaciones del Palacio Presidencial de Miraflores, unos centenares de metros más abajo.
“Recibimos alrededor de 800 personas diarias en semana a 2.000 los fines de semana”, informó una integrante de las milicias bolivarianas -cuerpo de seguridad creado por Chávez hace unos años-, que sirve de guía para un grupo de visitantes en el recinto.
No olvidan a su comandate
Luisa Abreu viajó desde Cumaná para visitar el féretro. “Su partida fue un dolor terrible, como si hubiese perdido a un familiar”, declara emocionada. Al pasar junto al féretro, ubicado sobre la denominada Flor de los Cuatro Vientos diseñada por el arquitecto Fruto Vivas, rompe a llorar y se abraza a su madre, que tampoco reprime las lágrimas.
59 años tenía el presidente el día de su muerte, 5 de marzo