Los estudiantes fueron acusados de rebelión por haber participado en la manifestación, por destruir inmuebles de la Unidad Policial y por la agresión a miembros de la Policía.
El juez Vicente Altamira dictaminó la sentencia, pero advirtió que si existiera incumplimiento injustificado se dejará sin efecto la suspensión condicional.
Esta medida tiene como antecedente la suspensión de los 92 estudiantes del colegio Central Técnico que fueron sancionados por las manifestaciones ocurridas el mes de febrero.
Ellos al igual que los estudiantes hoy sentenciados , cumplieron con la labor comunitaria que consitió en cuidar las áreas verdes, limpiar los parques y calles indicadas en el distrito quiteño.