En una rueda de prensa, Portabella ha afirmado que se trata «de una banalización del espacio público que va en detrimento de la calidad de vida y es una deriva hacia una ‘madrileñización’ del modelo».
«Barcelona no puede convertirse en un soporte publicitario», ha defendido Portabella, que ha pedido al ayuntamiento que «subsane el error, porque rectificar es de sabios».
Portabella, que ha recordado que cuando él presidió el Instituto del Paisaje Urbano de Barcelona siempre preservó las señales de identidad barceloneses ante la presión publicitaria, también ha preguntado al Ayuntamiento cuánto ingresó por la colocación de vehículos publicitarios en diversos espacios públicos y jardines de la ciudad con motivo de la celebración del Salón del Automóvil, de la carrera de Fórmula 1 de Montmeló y por la celebración de los X Games. EFE