«No intento escapar, pero he pasado unos tres o cuatro últimos años increíbles en los que he tenido la oportunidad y la suerte de disfrutar de otros personajes», indicó en la presentación de «The Bling Ring», película de Sofia Coppola con la que se inauguró la sección «Una cierta mirada» del festival.
Con un sencillo vestido negro y su media melena suelta y alisada, la actriz, que interpreta a una adolescente que en la vida real llevó su fascinación por la fama y el lujo al extremo, entrando en casas de famosos para robar, reconoció que fue «un desafío» empatizar con alguien tan opuesto a su personalidad.
«Tuve que trabajar un montón para meterme en el personaje», señaló en conferencia de prensa, precisando que, aparte del acento, entender sus motivaciones constituyó una gran parte del reto.
Tras haber protagonizado también «Las ventajas de ser un marginado», de haber actuado en otras como «Mi semana con Marilyn» y de haber colaborado con marcas de cosmética como Lancôme, la intérprete dice aprovechar las buenas oportunidades que según ella ofrece actualmente el sector.
«Soy joven, pero por el poco tiempo que he pasado en esta industria creo que es un gran momento para ser mujer en esta industria. Siento que lo estamos haciendo bien. Todavía nos queda. No pretendo que todo sea perfecto, pero creo que nos movemos en la buena dirección», señaló la actriz.
Peor opinión le merece la atención que se presta a los famosos, la fascinación que pueden llegar a despertar y la forma en que esa omnipresencia afecta a la gente de su generación, pero se rinde ante la obviedad de que, en el fondo, las revistas del corazón y los programas de telerrealidad no son más que «otra forma de narración».
«Mientras haya demanda por ese tipo de espectáculo, la gente lo va a ofrecer», indicó la actriz, para quien los personajes de su última película se sienten «conectados con ese mundo que los «paparazzi» están contando y que muchas veces no tiene nada que ver con la realidad».
Tras el pase de prensa llegará esta noche la proyección oficial en el festival, un lugar en el que, según concluyó, tiene la impresión de que «todo el mundo se toma las películas tan en serio» que, según afirma, «es muy bonito estar». EFE