Espacios abiertos a la luz natural, fusión de pintura y escultura y un material dominante, el cartón, han sido los elementos con los que la canaria Elba Benítez, con galería en la calle San Lorenzo de Madrid, ha destacado por encima de 180 representantes de todo el mundo en la segunda edición de la feria Frieze, que tiene lugar estos días en Randall’s Island, en Nueva York.
«Ni sabíamos que había un premio. Lo hemos hecho lo mejor posible para presentar la obra. Cuando vinieron a decirnos que habíamos ganado, me enteré de que había un premio al mejor stand. Lo único que hemos tratado de hacer era presentar el trabajo de una manera armónica», reconoce a Efe Benítez, natural de la isla del Hierro.
Frente a otros espacios que apuestan por distintas voces, Benítez tuvo claro desde el principio que quería un monográfico. «Me lo jugué todo a una carta porque pensé que en una feria, si enseñas la obra de un artista y no conoces el trabajo en conjunto, es como si no enseñaras nada», asegura.
Y en contraste con otros stands que apostaron por jugar con la tecnología de la iluminación, solo un foco existe en el espacio de Elba Benítez, para una escultura en la que se juega con la sombra. Lo demás es luz natural, que estos días en Nueva York cambia cada hora.
Benítez encontró a Bunga en la feria MANIFIESTA de San Sebastián en 2004. Desde entonces, creyó en él y decidió potenciar su obra. «En los últimos años, ha captado mucha atención de las instituciones de museos, en Estados Unidos», dice.
«Tiene una forma pictórica de trabajar. Su trabajo es como una pintura expandida, un concepto del siglo XXI. Y en un espacio que tenía unos limites arquitectónicos, tuvimos que ver cómo mostramos una instalación concebida para el lugar», asegura Benítez.
De este inesperado honor, a Benítez le satisface especialmente ver quiénes eran los encargados de otorgarlos. «El jurado está formado por curadores (comisarios) de gran prestigio, de los mejores museos de EEUU», explica sobre Juan A. Gaitán, que será comisario de la octava edición de la bienal de Berlín, Naomi Beckwith, del MCA de Chicago, y Jeffrey Grove, del Museo de Arte de Dallas.
«La competencia era dura, hay galerías muy buenas de todo el mundo. El nivel de selección de esta feria es como Art Bassel. Son lugares muy exigentes», concluye.
La segunda edición de la feria Fierze en Nueva York, tras diez años en Londres, también ha incluido entre sus galerías participantes en la sección principal a las brasileñas Forts Vilaça y Vermelho.
En la sección Focus, destinada a galerías que no han expuesto nunca en una feria de arte, han sido seleccionadas ProjecteSD, de Barcelona, y Casas Riegner, de Bogotá. Y en la sección Frame, para galerías jóvenes (menos de seis años) coinciden Ignacio Liprandi Arte Contemporáneo, de Buenos Aires, con un monográfico de Adriana Bustos, y la galería Mendes Wood, de São Paulo, con obras de Patricia Leite.
Frieze Nueva York arrancó hoy y cerrará sus puertas el 13 de mayo. Además de galerías de arte, incluye un parque escultural, proyectos de interacción con la naturaleza de Randall’s Island, instalaciones sonoras y un monográfico sobre arte y gastronomía que toma como base tomando como base el trabajo FOOD, de Gordon Matta-Clark y Carol Goodden en 1971. EFE