Son las oficinas de NixPic SpA, la compañía detrás de la nueva aplicación para hablar con “imágenes que no deben durar para siempre”, dice su eslogan.
Se llama Blink Me y desde su lanzamiento a principios de marzo acumula 25.000 y se compartieron más de 70.000 imágenes.
El gancho de Blink Me en un mundo inundado por redes sociales de todo tipo, es salvaguardarnos de uno de los mayores peligros de la red; el filtrado sin control de fotografías que nos resulten embarazosas. Eso sí, sin dejar el placer de compartirlas con amigos.
Con la App de Blink Me, disponible tanto para Android como para iPhone, los usuarios pueden enviar sus fotografías y programarlas para que el remitente pueda verlas tan sólo dos, tres o cinco segundos.
Víctor Pellegrini, de 36 años, Delfina Saltini de 26, Max Rencoret y Benjamín Molina de 23, forman parte de este equipo de desarrolladores. La idea, cuentan, les surgió durante unas vacaciones en la playa, cuando sacaron una foto a un amigo ebrio y la compartieron por whatsapp . “En minutos la tenía todo Chile y mi amigo se metió en un gran problema con su jefe y con su novia, a la que dijo que no había salido”.
De ese modo nació la idea, un sistema para evitar a toda costa que imágenes indeseadas se cuelen en la red y que la gente usa de maneras muy diversas.