El bloguero español de ciencia, Miguel Artime, preparó un interesante artículo de la gigantesca megamáquina subterránea que ocupó los titulares de la última semana por que en ésta se había recreado el fenómeno del origen del universo. Artime busca explicar la importancia experimental de este proyecto a través de estas seis teorías:
1. Matarnos a todos (improbable)
Las “primeras colisiones” en el por fin operativo LHC (siglas de Large Hadron Collider) deberían haber servido para que los amantes del fin del mundo dejaran de creer que esta máquina crearía un agujero negro que devoraría la Tierra, pero los pesimistas aún no las tienen todas consigo. Algunos afirman que si seguimos vivos es solo porque el acelerador está funcionando al 50% de su capacidad. Los físicos replican diciendo que en la atmósfera de la Tierra se dan todos los días millones de colisiones a estos niveles energéticos (e incluso más potentes) y que aquí estamos para contarlo.
2. Revelar nuevas dimensiones
La teoría de cuerdas (ya sabéis, esa idea matemática que sostiene que el mundo se compone de vibraciones diminutas y no de partículas diminutas) afirma que existen 10 dimensiones, seis de ellas están curvadas tan “apretadamente” sobre si mismas que no podemos percibirlas. Sin embargo, en un ambiente áltamente energético como el del LHC, los físicos podrían ser capaces de detectar partículas saltando dentro y fuera de estas dimensiones invisibles.
3. Descubrir los orígenes del universo
Al crear colisiones a niveles energéticos súmamente altos, los científicos imitan las condiciones que se dieron en el universo justamente después del Big Bang (trillonésimas de segundo después de la explosión inicial, para ser más precisos). Los investigadores esperan que el comportamiento de las partículas en este estado logren explicar el momento mismo de la creación.
4. Explicar por qué la materia tiene masa
Aquí es donde aparece en escena el famoso “bosón de Higgs”. Los científicos no están todavía seguros de qué provocó que las partículas subatómicas (que incluyen a quarks, leptones y bosones) obtuvieran masa en los instantes que siguieron al Big Bang. Un científico llamado Peter Higgs teorizó que la existencia de un bosón escurridizo e invisible les dotó de masa. Si el LHC pudiera encontrar esta partícula, se validaría la teoría de Higgs sobre el por qué la materia tiene masa.
5. Arrojar luz sobre la materia y la energía oscura
La materia oscura es esa “cosa” pesada a la que los cientificos suponen responsable del 22% del universo. A pesar de ser invisible (ni genera ni refleja radiación), las colisiones del LHC podrían ser capaces de detectarla. Los científicos quieren también descubrir los orígenes de la energía oscura: una forma hipotética de energía que supone el 74% del total energético del universo y que de algún modo está haciendo que este se expanda a un ritmo acelerado. Encontrar la materia oscura es una apuesta arriesgada, de hecho las casas de apuestas irlandesas pagan su hallazgo a 12 a 1. ¿Te atreves a arriesgar tu dinero?
6. Permitirnos viajar en el tiempo
Si la teoría de cuerdas antes mencionada pudiera probarse, entonces teóricamente los humanos podríamos ser capaces de viajar a las “dimensiones ocultas” del espacio y el tiempo. Suena bastante improbable pero algunos físicos han teorizado que una maligna influencia del futuro podría estar conspirando para que el LHC sufra retrasos. Según ellos, la naturaleza podría encontrar tan aborrecible a este experimento, que el bosón de Higgs podría estar viajando en el tiempo para impedir su propio descubrimiento.
Fuente: Maikelnai’s Blog