La actriz Silvia Pinal, que fuera musa de Luis Buñuel, no sabe vivir sin trabajar y no piensa dejar de hacerlo, pese a que ya pasó más de ocho décadas de una vida intensa de la que está satisfecha por los logros alcanzados.
“He luchado, he trabajado, he logrado cosas”, dijo esta diva del cine mexicano en una entrevista en la que hizo un recorrido de su larga y exitosa trayectoria.
Cuando llegue el día de partir, se irá “contenta” de los que ha logrado, aseguró la actriz (Guaymas, Sonora, 1931), quien comentó que está “disfrutando” de sus éxitos y que no cambiaría de su pasado, ni siquiera las malas experiencias.
A Pinal no le gusta decir su edad y tampoco siente tener los años que tiene, está llena de vida, de planes y proyectos que puede hacer gracias a su buena salud.
“Soy muy productiva, trabajo todo el tiempo, no he descansado ni cuando estuve embarazada, pues con mis cuatro hijos estuve trabajando hasta los seis meses de embarazo”, señaló la artista, quien confesó que no sabe descansar porque siempre encuentra algo que hacer.
Hoy es secretaria general de la Asociación Nacional de Actores (ANDA) de México, participa en la obra de teatro “Amor, Dolor ¡Y lo que Traía Puesto!” y su teléfono no para de sonar.
La actriz, siempre coqueta y con un atuendo impecable, recibió a Efe en su residencia, situada en uno de los barrios más exclusivos de la capital mexicana, decorada con retratos, uno de ellos pintado por Diego Rivera, y algunos de los premios que ha recibido.
Entre los galardones destaca la Palma de Oro del festival de Cannes que ganó ‘Viridiana’ (1961), la película que terminó por impulsar su carrera.
Justamente la década en que grabó sus otras películas con Luis Buñuel, ‘El ángel exterminador’ (1962) y ‘Simón del desierto’ (1965), es la época a la que Pinal volvería con los ojos cerrados a trabajar con ese “genio” al que recuerda como un ser “divertido, exacto, perfecto, una gente que valía la pena observar”.
Pese a que no le importaría volver a años pasados, Pinal no se considera una mujer nostálgica, aunque admite que hay momentos en los que extraña a ciertas personas que se fueron, como su hija Viridiana, que falleció en un accidente vial.