Sáb. Nov 23rd, 2024

Artículo original:  Do we really get wiser with age? (Molly Edmonds/HowStuffWorks.com)

En muchas culturas, el búho representa sabiduría.  En otras es símbolo de sagacidad. ¿Pero entre los humanos, quien puede convertirse en sabio?.  Algunos nominados serían Confucio, Sócrates, el Papa, etc.  Claramente, el público cree que con la edad viene la sabiduría.

¿Es la edad un requisito previo para la sabiduría?  Todos conocemos a gente vieja que le falta sabiduría, mientras vemos a algunos jóvenes con mucho de ella.  La gente ciertamente no siempre está en el pico de su poder mental en la vejez; después de todo, cuando las arrugas empiezan a aparece en la cara, usualmente significa que esas arrugas han empezado a desaparecer del cerebro.  El  cerebro se encoge ligeramente con la edad, y la vejez conduce a una normal declinación de la función cognoscitiva  que puede eventualmente terminar en demencias como la enfermedad de Alzheimer.

Mientras los filósofos y los religiosos entregaron lecturas en la naturaleza de la sabiduría por siglos, el concepto no se convirtió en materia de estudio científico hasta 1950.  Esto es cuando el sicoanalista Erik Erikson creó una teoría de ocho estados en el ciclo de la vida humana.  En cada estado, una persona enfrenta una lucha interna que desarrolla diferentes aspectos de la personalidad. Por ejemplo, la lucha de un infante es la batalla entre la confianza y la desconfianza; cuando los infantes sienten que pueden confiar en los que le rodean, desarrollan un sentido de esperanza.  En el último estado de Erikson, la vejez, las personas pelean con el equilibrio entre su sentido personal de integridad, el enfrentar a la muerte y la desintegración física.  Si la integridad gana, entonces el resultado, de acuerdo a Erikson, es la sabiduría.

El trabajo de Erikson pavimentó el camino para posteriores estudios sicológicos de la sabiduría en relación con la edad.  Sin embargo, Erikson no definió lo que significaba la sabiduría, y como se podrá imaginar, semejante gran idea puede ser difícil de reducir a una simple prueba de laboratorio.  ¿Que queremos decir por sabiduría y quien la posee?  Veamos algunas teorías sobre si nos convertimos en sabios con la edad.

¿Qué es la sabiduría?

Empecemos con algunas ideas de lo que la sabiduría involucra,  La cualidades recurrentes incluyen:

  • inteligencia y conocimiento
  • una comprensión de la naturaleza humana (incluyendo los conceptos de incertidumbre y relativismo entre las culturas)
  • flexibilidad emocional
  • capacidad para aprender de las experiencias
  • apertura
  • juicio superior y destrezas para la resolución de problemas

Todo esto viene junto para formar el superpoder mágico de la sabiduría que se usa para navegar mejor entre los desafíos de la vida en la búsqueda de una buena vida y el bienestar de la humanidad.  La sabiduría, sin embargo, puede diferir ligeramente dependiendo de las creencias culturales y puede ser modelada por factores sociales y ambientales.

Por supuesto, es solo una lista de cualidades y no hay una manera fácil de medir algo que le falta una definición apropiada.  Esta dificultad es solo agravada cuando mira algunos de los conceptos más nebulosos, como flexibilidad emocional, que es aún más difícil de medir que una cualidad como la inteligencia estándar.

Los sicólogos han intentado crear exámenes que evalúen a la sabiduría sobre una escala cuantitativa; estas pruebas usualmente envuelven o una entrevista autobiográfica, en la cual la persona relata una historia en la que exhibe su sabiduría, o una entrevista en la cual se le da al sujeto  una serie de escenarios complejos o dilemas y se le pregunta su opinión.  Esa opinión luego es juzgada sobre cuan sabia es.  Por ejemplo: «Una chica de 14 años quiere dejar su casa de forma inmediata – ¿Qué debería ser considerado en esta situación?»  Alguien que respondió que una chica de 14 años  nunca debería irse de su casa podría ser considerado poco sabio, mientras que aquellos que consideraban diferencias entre culturas o características como abuso en el hogar serían considerados sabios.

Aunque diferentes campos están estudiando diferentes cualidades, todos tienen una cosa en común: quieren saber el efecto de la edad en la sabiduría.

Desarrollo de la Sabiduría

El Berlin Wisdom Project (Proyecto de la Sabiduría de Berlín), el grupo más interesado en los componentes intelectuales y medibles de la sabiduría, encontraron en algunos estudios que la gente mayor no es más sabia.  En lugar de eso, existe un nivel de desempeño sabio óptimo que parece ocurre entre la mediana edad y la vejez; un estudio separado sugirió que la sabiduría empieza a declinar a los 75 años.  Estos estudios parecen contabilizar las fallas de memoria y la declinación de la función cognoscitiva que algunas veces asociamos con la vejez.

Pero cuando se añaden factores emocionales, los ancianos parecen tener un mejor comportamiento en la sabiduría alcanzada.  En una prueba de sabiduría que evalúa los factores cognoscitivos como los factores emocionales, una madre (67 años) de siete hijos que creció pobre y nunca terminó la secundaria obtuvo un valor sobre el promedio de la escala de sabiduría.  Esto parece sugerir que algún tipo de naturaleza positiva y flexibilidad emocional adquirida con la edad y la experiencia cuenta para el desarrollo de la sabiduría.

Tome, por ejemplo, un estudio del 2008, en el cual los investigadores de la University of Alberta y de la Duke University usaron resonancia magnética para observar dentro de los cerebros de la gente que se enfrentaba a imágenes desafiantes y emocionantes.  El grupo de estudio consistía de participantes jóvenes y viejos, y los veteranos estuvieron más dispuestos a ver las imágenes con menos negatividad que los participantes jóvenes.  En los participantes mayores, los escaneos cerebrales revelaron interacción entre las partes del cerebro que manejan las emociones (la amígdala) y el control de las emociones (la corteza cingulate anterior).

Los investigadores creen que la capacidad de los ancianos para controlar sus respuestas emocionales y permanecer más positivos de cara a un desafío emocional es una característica que viene con la edad.  De forma interesante, el razonamiento moral, que involucra el mismo tipo de equilibrio de emociones, ha sido ligado con la sabiduría; aquellos que exhiben altos niveles de razonamiento moral exhiben altos niveles de desempeño relacionado con la sabiduría.

Eso no quiere decir que la gente joven no exhiba también sabiduría, pero puede que no sea capaz de ponerla dentro de contexto de la misma forma.  En un estudio, a personas de todas las edades se les preguntó sobre las ocasiones en las que han exhibido sabiduría y como estaban relacionadas a una lección aprendida y a algún cambio en su vida.  Los adolescentes pudieron contar una historia que envolvía la sabiduría, pero no fueron capaces de enlazarle con un escenario más grande.  Los adultos ligeramente mayores pudieron encontrar la lección aprendida y una visión parcial en un escenario más grande, pero solamente los ancianos pudieron encontrar las consecuencias o direcciones inspirados en las experiencias relacionadas con la sabiduría.  Por ejemplo, un profesor pudo apuntar a una elección relacionada con la disciplina de la clase que condujo a una nueva filosofía de enseñanza, mientras que los ejemplos de gente más joven en el manejo de los conflictos con los padres no estaban relacionados con ninguna experiencia de vida mayor, quizás porque simplemente no tenían todavía suficientes experiencias.

Puede ser que la gente de todas las edades pueda ser sabia, pero cuando la visión del tiempo de una persona cambia, también lo hace la sabiduría.  Por ejemplo, una persona joven puede exhibir sabiduría al escoger una carrera, pero esa persona lo hace con el sentido de un futuro ilimitado.  Por el otro lado, una persona mayor, conociendo que el tiempo es más limitado, exhibirá una diferente clase de sabiduría al tomar decisiones, porque sabe que el tiempo sigue su marcha.

En la introducción mencionamos a Erik Erikson, cuyo ciclo de vida empezó este fenómeno de la sabiduría.  En los años 1980, Erikson actualizó su ciclo de vida con el conocimiento que había alcanzado al llegar a los 87 años.  Erikson decidió que las lecciones que aprendió en cada uno de los estados anteriores antes del 8º ciclo añadieron de alguna manera el potencial de sabiduría de la vejez.  Si un infante desarrolló el sentido de confianza y esperanza, podría estar más propenso a descubrir el valor de la independencia.  O descubrir que un sentido de más bondad se necesitaría para conseguir sabiduría.  Con valores fuertes como empatía, flexibilidad y humildad desarrollados en cada ciclo, la persona tiene una mejor oportunidad de afrontar la muerte con integridad.

Esto significa que nunca es demasiado tarde para empezar a trabajar para conseguir sabiduría.

Fuente: CTDeportes.com

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