Hacía algunas semanas que no veíamos a Kim y Kanye juntos, pero este miércoles fueron captados caminando por las calles de Nueva York; él con el look al que estamos acostumbrados y ella con un voluminoso vestido negro que engrosaba negativamente su figura.
Todo iba de acuerdo a la normalidad hasta que Kim subió unas escaleras a la entrada de un estudio, y fue fotografiada de espaldas, momento en el que la transparencia del mini vestido dejó a la luz, tanto sus glúteos, como la lencería negra que llevaba puesta.
De nada sirvió que pegara la falda del vestido a sus piernas pues “el problema” estaba mucho más arriba.
Kanye, avergonzado, se puso justo detrás de ella para evitar que los paparazzi la fotografiaran pero fue inútil, ya que el nuevo error de moda de apellido Kardashian, era demasiado evidente.
Pensaríamos que no sería tan grave si sólo fue vista entrar y salir de un lugar, pero ‘Daily Mail’ informó que antes de reunirse con Kanye, Kim ya llevaba varias horas en las calles de Soho.