Será por el frío debieron pensar muchos. Sin embargo, nada tenía que ver el frío.
Debajo de aquel gorro azul que Piqué no se quitó para nada durante su estancia en Alemania se escondía la sorpresa del día (sin desmerecer la goleada del Bayern): Piqué se había rapado al cero.
De hecho, horas antes de que se enfrentara al equipo alemán, Piqué publicaba una fotografía suya ataviado con el gorro azul junto a unos amigos. “Con mis amigos Carlos y Pipo en München antes del partido”, titulaba la imagen sin que nada hiciera sospechar lo que el central había decidido hacer con su cabello.
Fue cuando saltó al campo del Allianz Arena cuando todos descubrieron el interés de Piqué por el gorro.
El central se había deshecho del tupé al que nos tenía acostumbrados y lo había cambiado por un rapado que, según sus seguidores en las Redes Sociales, no le favorece mucho.