El estadounidense Clint Dempsey, el inglés Jermain Defoe y el galés Gareth Bale compensaron en diez minutos inspirados el tanto que el francés Samir Nasri había marcado para los visitantes nada más comenzar el encuentro en White Hart Lane.
Los de André-Villas Boas quedan con ese resultado quintos con 61 puntos, los mismos que el Chelsea, que esta tarde se enfrenta por su parte al Liverpool, mientras que los «citizens» de Roberto Manini siguen segundos, a trece puntos del líder, el ya inalcanzable Manchester United.
Los de Mancini ultiman la preparación para la final de la Copa de Inglaterra (FA Cup) el próximo 11 de mayo ante el Wigan, y optaron por una alineación precavida en la que el «Kun» estuvo en el banquillo y Silva disfrutó de descanso para recuperarse de unas molestias musculares.
Nasri fue quien asumió la responsabilidad en el equipo en el primer tramo del encuentro y sorprendió a los locales con un tanto en el minuto 5 que echó por tierra los planes de Villas-Boas.
A partir de ahí, los «Spurs» se dedicaron a batallar por, al menos, igualar el marcador y no perder el tren de las primeras cuatro plazas de la tabla, unos puestos de privilegio que la última campaña ya se quedaron a tan solo un puñado de puntos con el inglés Harry Redknapp al frente del banquillo.
Los de Villas-Boas, conscientes de que una derrota ante el City dificultaría su billete para la máxima competición europea a falta de cuatro encuentros por disputar en la liga, incrementaban la presión en el centro del campo y se esforzaba por crear ocasiones de gol.
El galés Gareth Bale lo intentaba sin éxito y los «Spurs» demostraban por momentos que una temporada más han llegado a la recta final del campeonato con la gasolina justa.
Con la media hora de la segunda parte cumplida, los aprietos por darle la vuelta al marcador comenzaban a hacerse evidentes en el equipo local, que se estrellaba una y otra vez contra la defensa que Mancini había hecho recular hacia su propia área.
El Tottenham asumía el riesgo de ceder un segundo gol, que habría hecho imposible la remontada, y continuaba insistiendo en el ataque, una táctica que dio frutos a poco más de diez minutos para el final.
En el momento en el que su equipo más le necesitaba, apareció Bale por el lado derecho del área para trazar un pase perpendicular hacia su compañero Clint Dempsey que el estadounidense no desaprovechó para enviar el balón a la red y empatar el encuentro.
Tanto el público como el equipo local se encendieron con el gol, y los de Villas-Boas no tardaron más de cuatro minutos en volver a superar a Hart: lo hizo el inglés Jermain Defoe con un disparo seco que dio la vuelta definitivamente al partido.
Con todo decidido, en un encuentro en el que el City no tenía fuerzas para enfrentarse a un equipo con la moral por las nubes en ese momento, Bale sentenció el duelo con una llegada en solitario que culminó con un suave globo que superó con elegancia la salida de Hart. EFE