Su hijo Mario Moreno Ivanova organizó una misa en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México en homenaje al actor (1911-1993), pero también se espera que sus seguidores lleguen a la tumba en el Panteón Español, ubicado en el noroeste de la ciudad.
Aunque ya han pasado dos décadas del fallecimiento de «Cantiflas«, su hijo y su sobrino Eduardo Moreno Laparade mantienen una disputa en los tribunales por su legado y a la que su exnuera amenaza con entrar.
En vísperas del aniversario, Sandra Bernat amenazó con divulgar secretos del llamado «Mimo de México» en medio de una disputa con Moreno Ivanova, de quien se divorció hace tres años, por la manutención de sus hijos.
Como adelanto, comentó que el actor estaba en pleno uso de sus facultades cuando falleció el 20 de abril de 1993, lo que afecta directamente al proceso posterior en el que se definió el reparto de su herencia entre sus parientes.
Bernat narró que tras el fallecimiento, Moreno Ivanova le pidió al médico de «Cantinflas» que declarara que estaba «sumamente enfermo, cuando en realidad él no estaba en su lecho de muerte».
Reveló que poco antes de su muerte, el artista viajó a Acapulco para vender ante notario un terreno que tenía en esa ciudad turística y el mismo día regresó a la capital.
«Una persona que puede hacer eso es gente que no está en su lecho de muerte», afirmó Bernat, aunque aclaró que el artista sí padecía de cáncer.
Dicha versión contradice lo que siempre ha sostenido su hijo, que el actor «no podía firmar sus documentos».
Y es que Moreno Laparade, sobrino del comediante, alega desde hace años en los tribunales que su tío le cedió en vida los derechos de 39 cintas a través de un documento notarial que, según Moreno Ivanova, no tiene validez.
Hasta ahora se han dado tres fallos: los dos primeros, de instancia y apelación, favorecieron al sobrino, y el más reciente, el amparo, al hijo, que actualmente es reconocido como el heredero universal del comediante.
Bernat amenaza con contar más si el hijo del artista no le da una indemnización de 150.000 dólares y 25.000 pesos (unos 2.000 dólares) mensuales durante ocho años, el periodo en que, asegura, su exesposo no se hizo cargo de sus dos hijos, Mario y Marisa, de 19 y 21 años, respectivamente.
«Cantinflas» dio vida al personaje de «El Peladito«, un hombre moreno, con bigote pequeño y aspecto desgarbado e irreverente, y filmó a lo largo de su carrera 45 largometrajes y 6 cortometrajes.
Su primera película fue «No te engañes corazón» (1935) y la última, «El Barrendero» (1981).
Boxeador, cartero, fotógrafo, torero, bailarín, bombero, mago y cantante son algunos de los oficios que el artista desempeñó, tanto en la vida real como en el cine, y los que lo convirtieron a partir de 1930 en el mexicano más universal. EFE