En su décima participación en este torneo donde lleva ya 43 victorias consecutivas y a la búsqueda de su noveno título consecutivo en el Principado, Nadal logró la victoria número 267 de su carrera en tierra batida, para imponerse al primer australiano que le ha salido al paso en esta década en Mónaco.
Un paralelo de derecha tras un furibundo ataque de revés de Matosevic puso fin a una contienda desigual, en la que sin jugar un gran tenis (cedió una vez su servicio), Nadal se sintió cómodo para doblegar a un rival que salió encogido al principio y que solo se reactivó en los comienzos del segundo parcial cuando dispuso incluso de un punto para adelantarse de 3-0.
Nadal, que reaparecía después de su victoria en Indian Wells ante el argentino Juan Martín del Potro, jugó un primer set sin problemas, concediendo únicamente nueve puntos, logrando tres juegos en blanco, y anotándose la manga en solo 24 minutos.
Tocado como suele ser frecuente con un vendaje en la parte inferior de la rodilla izquierda, Nadal salvó ese comienzo del segundo parcial, para anular a Matosevic, y destrozarle de nuevo con su regularidad.
«En la primera ronda siempre llegan esos nervios y el hecho de haber parado este mes se nota», admitió Nadal a Teledeporte, «no es igual comenzar tras estar siete meses parado, es como empezar de nuevo», analizó Nadal tras este reecuentro con el circuito.
«He comenzado cómodo, jugando con orden, sintiendo la bola. En el comienzo del segundo set, él ha jugado mejor, y ha tenido la opción (3-0) pero por suerte no lo ha convertido», dijo Nadal que reiteró que sus sensaciones son como las que se siente al empezar el año.
«Es como empezar de nuevo otra vez, cuando juegas un mes y lo dejas tienes que recuperar de nuevo la intensidad, que es lo que más cuesta. Soy consciente de que para tener opciones en la rondas finales, debo jugar mejor», dijo Nadal.
Como «terraqueo» que es, el de Manacor abogó porque la tendencia en el circuito sea la de proteger más los torneos sobre tierra. «Dependerá de lo que la gente luche por ella, para cualquier torneo económicamente es más sencillo si lo hacen sobre superficie dura por el mantenimiento. La gente que manda debe entender que hay torneos que son históricos y que la combinación de eventos históricos en lugares privilegiados con elementos innovadores hacen grande un deporte, y éste (Montecarlo) lo es» señaló Nadal sobre este primer Masters 1000 sobre tierra, que no es obligatorio.
«Espero que la tierra sea una superficie más predominante en el futuro», apostilló Nadal que tendrá como próximo rival al talentoso alemán Philipp Kohlschreiber, verdugo del español Pablo Andujar ante el que levantó un punto de partido, con el que tiene un balance de 8-1 y al que ya derrotó en estas mismas pistas en 2007 por un concluyente 6-2 y 6-3. EFE.