En una agenda de marcado carácter económico que busca estrechar las relaciones bilaterales a nivel comercial, tecnológico, educativo y medioambiental, Correa también tuvo ocasión de entrevistarse de manera protocolaria con el presidente alemán, el independiente Joachim Gauck.
En el primer acto del día, en la apertura de la XIII Conferencia de la Economía Alemana para América Latina, Correa explicó a un nutrido grupo de industriales y empresarios de la cuarta mayor economía del mundo la naturaleza mixta de su política.
«Somos un proyecto de izquierda, pero una izquierda moderna, consciente, que entiende el papel de la empresa privada en el desarrollo y que también entiende que el Estado tiene que tener un papel», aseguró.
Correa resaltó que Ecuador quiere inversiones pero no de cualquier tipo, sino aquellas que contribuyan también a mejorar las condiciones de vida de los ecuatorianos.
En este contexto enmarcó las renegociaciones de los contratos con las compañías petroleras asentadas en su país, con el objetivo de aumentar la parte de los beneficios que deben destinar a la mejora del país.
En cuanto al tratado de libre comercio (TLC) -que él prefirió denominar «acuerdo de cooperación»- que negocian su país y la Unión Europea, el presidente aseguró que las negociaciones ya están bastante adelantadas, aunque pendientes de algunos detalles técnicos.
«La voluntad de los técnicos muchas veces es más lenta que la voluntad política», comentó.
No obstante, Correa dejó entrever que de su parte también hay algunas objeciones en lo que se refiere a la parte comercial del acuerdo.
«Somos un país sin moneda propia, por lo que no tenemos las herramientas de la política monetaria para corregir desequilibrios externos y la única herramienta que nos queda es la política comercial», explicó Correa.
En esto se diferencia Ecuador de otros países de su entorno, como Colombia y Perú, que recientemente han acordado sendos TLC con la UE, argumentó el presidente.
A su juicio, Ecuador ofrece a los inversores extranjeros estabilidad política -su gabinete disfruta de un amplio «apoyo popular» tras seis años de Gobierno, señaló- y las mejoras logradas en los últimos años en materia de cohesión social.
Correa destacó en especial los progresos en lo relativo a la cohesión social que se han logrado durante su gobierno y que, dijo, también es algo importante económicamente, puesto que esto repercute en la demanda interna.
El presidente subrayó asimismo el interés ecuatoriano en «aprender mucho» de Alemania para desarrollar su «sistema educativo» y su «infraestructura científica», dos materias en las que está previsto que se firmen acuerdos durante esta visita.
El último punto de la agenda de hoy es una conferencia también de carácter económico en la que Correa explica el modelo económico de su país, bajo el titulo «Vías de salida de la crisis. Auge y equilibrio social en lugar de recesión y programas de austeridad en el caso de Ecuador».
Mañana será el día clave de la visita a Alemania de Correa, pues por la tarde tiene previsto entrevistarse con la canciller del país, Angela Merkel, con la que concederá posteriormente una rueda de prensa conjunta.
El presidente ecuatoriano busca con esta reunión con la líder alemana, seguramente la más influyente de Europa en la actualidad, profundizar las relaciones bilaterales, así como situar a su país como plataforma de entrada de Alemania en América Latina.
Además, Correa se reunirá a lo largo de la jornada con el ministro de Exteriores, el liberal Guido Westerwelle; el presidente del Bundestag (Cámara baja), Norbert Lammert, y el alcalde-gobernador de Berlín, Klaus Wowereit.
Correa proseguirá su gira internacional el jueves en Italia y posteriormente viajará a España, para desplazarse después a la República Dominicana y Haití. EFE