1 abr (EFE).- El presidente sudanés, Omar Hasan al Bachir, anunció hoy la puesta en libertad de todos los presos políticos del país para allanar el camino hacia un diálogo nacional entre todos los partidos y redactar una nueva Constitución.
«Hemos preparado el ambiente para garantizar las libertades de individuos y grupos, y, para demostrarlo, anunciamos nuestra decisión de liberar a todos los presos políticos», dijo Al Bachir en un discurso ante el Parlamento.
El mandatario invitó a las fuerzas políticas de Sudán a participar en la elaboración de la nueva Carta Magna y aseguró que su Ejecutivo no va a discriminar a ningún grupo, incluidos los armados.
En ese sentido, instó a todas las partes del espectro político a entablar un diálogo serio para alcanzar un acuerdo sobre los mecanismos para organizar las conversaciones.
Además, manifestó su disposición a negociar con los rebeldes en las provincias de Kurdufán del Sur y el Nilo Azul para mantener la paz.
Al Bachir, en el poder desde hace más de dos décadas, anunció recientemente en una entrevista que no tiene intención de presentarse a las elecciones presidenciales de 2015.
A lo largo del año pasado, el país registró protestas de diferente intensidad contra la carestía y para pedir la caída del régimen de Jartum, que fueron reprimidas por las autoridades.
Al Bachir accedió a la jefatura de Estado tras un golpe militar el 30 de junio de 1989 y ganó las pasadas elecciones celebradas en 2010, boicoteadas por los partidos de oposición que denunciaron fraude en los comicios.
El anuncio de hoy se enmarca dentro de una serie de pasos hacia la distensión adoptados en las últimas semanas por Bachir, quien hará una visita oficial dentro de unos días al vecino Sudán del Sur para fortalecer los lazos bilaterales, en su primer viaje a ese país desde que se independizó de Sudán en julio de 2011.
Los dos países adoptaron en marzo varios acuerdos en Adis Abeba para reanudar la producción y exportación de petróleo y para poner en marcha los tratados suscritos en materia de seguridad, así como el desarrollo de una zona desmilitarizada y la renuncia a apoyar y acoger en territorio propio a grupos rebeldes. EFE