La Organización de Estados Americanos (OEA) cedió a la demanda de los países del ALBA y dejó la puerta abierta al debate.
Los cancilleres y representantes de estados de la OEA acordaron la noche del sábado no cerrar el debate sobre la función de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que logró, sin embargo, un respaldo a su reforma y mantuvo la potestad de recaudar fondos ajenos al organismo para sus proyectos.
Las doce horas de debate en la Organización de Estados Americanos (OEA), se cerraron con la aprobación por unanimidad de una resolución que deja la puerta abierta a que se impulsen nuevos cambios en la Comisión, a raíz de las presiones de Ecuador, Bolivia, Venezuela y Nicaragua.
No obstante, ese texto también “toma nota” de la reforma que la CIDH aprobó esta semana para su propio reglamento -que entrará en vigor el 1 de agosto- y acepta que el órgano siga recibiendo contribuciones voluntarias “preferentemente sin fines específicos”, lo que permite a la CIDH seguir buscando fondos externos a la organización.
Aunque la resolución no fija un plazo para que culmine el solicitado debate sobre la CIDH, Ricardo Patiño indicó que pronto organizará una nueva reunión de los estados parte de la Convención.