Miles de fieles católitos ecuatorianos se dieron cita ayer a la primera ceremonia que antecede a la Semana Mayor de su fe. Las iglesias lucieron abarrotadas de personas que obedeciendo al llamado de sus pastores en creencias, les pidieron no llevar palmas a las liturgias eclesiásticas.
Con plantas, carteles o flores los fieles religiosos se acercaron a sus centros de adoración para recordar la llegada de Jesús a Jerusalén.
La misión era poder evitar la tala de la palma que es el hogar de ciertos animales que están en peligro de extinción.
Con respecto a este fin, el Cabildo ha pensado también en la siembra de estas plantas en el parque La Carolina.
El Jardín Botánico de la ciudad sembrará cerca de 50 palmas con el fin de dinamizar su conservación. Todos trabajan para su preservación.