Cuenca tiene olor a pan caliente y delicioso café. La ciudad de los cuatro ríos cuenta con una amplia gama de productos gastronómicos tradicionales.
Cuenca se prepara para vivir un tiempo de reflexión y profundas tradiciones, y la gastronomía no puede quedar exenta.
Amenizados por las 30 iglesias restauradas, los turistas que lleguen a conocer esta tierra, tienen la facultad de poder gozar de una amplia gama de alimentos.
Desde pan hasta deliciosas cascaritas, pasando por el mote sucio y el motepillo, esta ciudad impulsa el turismo religioso solventado en el tiempo eucarístico y católico que decora con fe y fervor la semana mayor.
Caminando por la ciudad pudimos ingresar al monasterio carmelito fundado por las sobrinas de Santa Mariana de Jesús y conocido como la iglesia del ‘Carmen de la Asunción’. En el lugar conocimos a un grupo de gente que al hacer una larga fila se esmeraban por comprar algún producto de las cariñosas madres del claustro.
“En este lugar puede encontrar pasteles, ponches hasta deliciosos postres. Ellas se esmeran por dejar a sus clientes el mejor sabor en lo que se refiere a calidad y buen precio”, señaló María Silva una dama que compró una torta en el monasterio.
Y es que es innegable que Cuenca cuenta con una serie de reconocidos platos, pero solo la persona que ha podido disfrutar de su gastronomía puede darse el lujo de hablar de su calidad.
Este es el mensaje que trata de dar a conocer la Fundación Municipal Turismo para Cuenca.
El grupo de personas dirigidos por Gladys Eljuri señalan que el amor que profesan por su tierra los hace trabajar de manera esmerada para rescatar esas tradiciones. Según su vocera la idea principal es que en todo tiempo se vivan las tradiciones frenando las consecuencias de la modernidad que han arrebatado a la gente joven las tradiciones de su hermosa ciudad.
Continuando con el caminar pudimos disfrutar de un chocolate caliente y el pan fruto de un horno y de unas maravillosas manos. El sabor de la cafeteria ‘Todos los Santos’ nos robo suspiros. Este trayecto nos dejó una conclusión que puede ser resumida en la frase la ‘matrona de Cuenca’, Gladys Eljuri. “No podemos saber que hay detrás de un portón. En Cuenca debemos descubrirlo”. Para mayor información de los sitios turisticos visite la página http://www.cuenca.com.ec.