Representantes de CLAPBio, (Centro Latinoamericano para la Investigación en Medicamentos Biotecnológicos), realizaron una gira por Latinoamérica con el objetivo de aconsejar y apoyar a las entidades gubernamentales de los diferentes países que están en proceso de crear una reglamentación en torno a las medicinas y productos biotecnológicos, en particular los llamados biosimilares.
Los medicamentos biotecnológicos revolucionaron el campo de la medicina, convirtiéndolos en una alternativa para tratar enfermedades crónicas como el cáncer, artritis reumatoide, linfoma, soriasis, diabetes y alzheimer (males poseen pocas posibilidades de tratamiento).
Estos fármacos son generados a través de células vivas. El proceso inicia con la codificación de la proteína deseada mediante el desarrollo de un banco de células y el análisis de ADN. En Ecuador, las patentes de los medicamentos biotecnológicos comenzaron a expirar. Esta situación da lugar a la introducción de productos conocidos como ‘biosimilares’, los que a pesar de su parecido al medicamento biotecnológico no son idénticos, circunstancia que amerita a que las autoridades sanitarias revisen los procedimientos de Registro Sanitario para asegurar así su eficacia al tratar las enfermedades.