La Sixtina, que fue llamada por Juan Pablo II «santuario de la teología del cuerpo humano», quedó cerrada ya hoy al público a partir de las 13.00 hora local (12.00 GMT) y esta tarde personal de los Servicios Técnicos vaticanos comenzará a acondicionarla.
Lo primero que harán será igualar el suelo, se cubrirá el original para que no se dañe, y colocarán la sillería y mesas donde se sentarán y en las que escribirán los 115 cardenales.
También colocarán las dos chimeneas, una en la que quemarán las papeletas y otra de la que saldrá el humo blanco, que señalará al mundo de que los cardenales han elegido papa, o negro, señal de que la Iglesia sigue sin pontífice.
Según informaron los Museos Vaticanos, donde se enmarca la capilla Sixtina, permanecerá cerrada al público hasta una fecha aun por establecerse.
Además de la Sixtina, los visitantes tampoco podrán acceder al Apartamento Borgia ni a la Colección de Arte Religioso Moderno.
La Capilla Sixtina fue construida en 1484 para el papa Sixto IV, a quien le debe el nombre, pero fue Julio II quien encargó al genio renacentista Miguel Ángel Buonarroti su decoración, con unos frescos que fueron inaugurados con una solemne misa en las Vísperas de la Festividad de Todos los Santos, el 31 de octubre de 1512.
Los frescos representan nueve escenas del libro del Génesis como «Creación de la luz», el «Pecado Original» y el «Diluvio Universal» y, casi 20 años después, Miguel Ángel regresó al lugar para realizar el Juicio Final en la pared del altar, por encargo de Clemente VII.
La Capilla Sixtina alberga además obras de importantes artistas del Renacimiento como Botticelli, Ghirlandaio, Pinturicchio y Signorelli. EFE