Lenín Moreno durante el período que ejerció su labor como vicepresidente, logró que los ecuatorianos reconozcamos en él, más que un profesional encargado de ser el segundo al mando en el ejecutivo ecuatoriano.
Moreno descendiente de una familia de clase media vive las consecuencias de una violenta bala que traspasó su columna y que lo llevó a hacer de su silla de ruedas su eterna compañera. Esta es la razón para que el motivo de su trabajo haya sido ayudar a miles de personas semejantes a él.
Con la misión Manuela Espejo logró que el país vea con diferentes ojos a las personas con algún tipo de discapacidad. El pasado sábado esas caritas alegres le agradecieron por ese amor incondicional y como promesa, muy a su manera, le ofrecieron su amistad eterna. Gran homenaje.