26 feb (EFE).- Los líderes políticos y los analistas buscan hoy soluciones para salir del atolladero en el que se encuentra Italia después de las elecciones generales celebradas el domingo y el lunes y que han dejando prácticamente ingobernable el país.
El centroizquierda liderado por Pierluigi Bersani consiguió el 29,5 % de los votos, lo que le otorga la mayoría absoluta en la Cámara de los Diputados con 340 escaños, pero en el Senado ha sumado 120 senadores y el centroderecha de Silvio Berlusconi 117 escaños, lo que supone la ingobernabilidad en esta Cámara ya que nadie tiene la mayoría.
Por ello, el líder de la coalición de centroderecha, Silvio Berlusconi, fue el primero que aludió a posibles alianzas para garantizar al menos algunas reformas necesarias al pedir a los partidos políticos que «se sacrifiquen» para poder gobernar el país.
A la pregunta sobre si se están estudiando posibles alianzas en el Senado con el centroizquierda para sacar adelante, por ejemplo, una nueva ley electoral, Berlusconi se limitó a explicar que ahora «todos tienen que reflexionar» y que «esto llevará su tiempo».
Para Berlusconi, no es verdad que Italia no puede ser gobernada y excluyó que se tenga que recurrir de nuevo al voto.
Los diarios también lanzan la hipótesis de un Gobierno de unidad nacional para sacar adelante algunas reformas como la de la ley electoral que ha llevado al país a esta situación,
También se habla de la posibilidad de que el centroizquierda pacte en el Senado con el Movimiento 5 Estrellas del cómico Beppe Grillo, que cuenta con 54 escaños, las leyes con las que ellos estén de acuerdo.
El Movimiento 5 Estrellas reiteró hoy que no tiene intención de pactar con ninguno de los partidos que hasta ahora ha criticado sin piedad y que sólo apoyará las leyes que considere justas.
Sobre ello, el presidente de la región de Sicilia, Rosario Crocetta, exponente del centroizquierda, aseguró que «se puede dialogar» con el Movimiento 5 Estrellas como está sucediendo en la región que él administra.
Quien se encuentra fuera de las posibles alianzas es el gran perdedor de estas elecciones, el presidente del Gobierno saliente, Mario Monti, que con sus formación de centristas consiguió un 10,5 % de los votos en la Cámara de los Diputados (45 escaños), mientras que llegó al 9,1 % en el Senado (18).
El líder del centroizquierda, Pierluigi Bersani, aún no ha expresado su opinión sobre cómo solucionará la situación en el Senado, por lo que se espera con atención sus primeras declaraciones tras los resultados previstas para la tarde.
Para encontrar una solución aún queda tiempo, ya que las etapas para formas Gobierno no son breves.
Durante los próximos días se procederá a la constitución de las dos Cámaras y de los grupos parlamentarios y sólo el 21 de marzo el presidente de la República, Giorgio Napolitano, comenzará las consultas con los representantes políticos para asignar la formación del Gobierno.
Una de las posibilidades que barajaba la prensa y algunos líderes políticos era la de volver inmediatamente a votar, pero los constitucionalistas confirmaron que Napolitano no puede disolver una o las dos Cámaras ya que se encuentra en los seis últimos meses de su mandato y esto se lo impide.
La única opción de Napolitano será encargar el Gobierno a Bersani y ver si puede contar con una mayoría en el Senado.
El 15 de abril se procederá a la elección del nuevo Presidente de la República, que comenzará su cargo el 15 de mayo, y que tiene que obtener con un voto secreto los dos tercios del Parlamento. EFE