17 feb (EFE).- Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) discutirán mañana qué hacer con el embargo de armas sobre Siria, medida que algunos países quieren levantar para favorecer a la oposición y que otros desean mantener por miedo a empeorar la situación en el país.
Reino Unido es el principal promotor de un levantamiento parcial del embargo, a pesar de que asegura no haber decidido por ahora si facilitaría armas a grupos de oposición moderados.
Londres defiende que la UE debe, al menos, dejar esa puerta abierta para que los países no estén «atados» de antemano por el embargo europeo, según fuentes diplomáticas.
A priori, cuenta con el apoyo de Francia y de Italia, pero con una clara oposición en un buen número de países, sobre todo del norte de Europa.
En conjunto hay, según fuentes comunitarias, una «amplia mayoría» contraria a la idea, que considera que sería peligroso permitir la introducción de más armamento en Siria y que cree que Europa perdería autoridad moral para reclamar a otros países, como Rusia, que dejen de suministrar material militar al Gobierno de Bachar al Asad.
La decisión necesita la unanimidad de los Veintisiete, pero también lo requiere la prórroga de todo el régimen de sanciones contra Siria, lo que da más fuerza a Londres.
Si los Estados miembros no logran un consenso, el 1 de marzo dejarían de estar en vigor todas las importantes sanciones impuestas a Damasco desde el principio del conflicto, principalmente de tipo económico, comercial y diplomático.
Todos los países de la UE quieren que continúe ese régimen, por lo que las fuentes consultadas descartan que la división sobre el embargo de armas ponga en peligro el resto del paquete.
En cualquier caso, y dadas las diferencias, no se espera que mañana se tome una decisión final, sino que los ministros traten de lograr un acuerdo político.
La decisión formal será tomada más adelante, en los últimos días del mes, según esas fuentes.
Hasta ahora, la UE siempre ha defendido una solución política al conflicto sirio y ha respaldado los intentos en ese sentido liderados por el enviado internacional para Siria, Lajdar Brahimi.
Además de Siria, los ministros de Exteriores de los Veintisiete repasarán mañana la situación en Mali y podrían aprobar el despliegue oficial de la misión de formación europea si todos los preparativos llegan a tiempo.
El operativo, que servirá para entrenar a varios batallones del Ejército maliense y para reformar sus estructuras de mando, cuenta con el visto bueno de los Veintisiete, que sin embargo no han logrado cerrar aún su composición.
Según fuentes comunitarias, está por repartir el esfuerzo en el componente de protección de fuerzas y en el transporte médico.
En el primero participará España con hasta 30 hombres del total de 50 que ha ofrecido el Gobierno, mientras que en el segundo se contaba con dos helicópteros belgas que ya están en Mali, pero la UE está pendiente del «sí» final del Ejecutivo de Bruselas.
En total serán en torno a 500 efectivos los que viajarán al país africano y se espera que puedan comenzar con el entrenamiento a primeros de abril.
Otro de los puntos que se tratará en el Consejo será la posibilidad de incluir en la lista europea de grupos terroristas al brazo armado del grupo libanés Hizbulá tras ser considerado responsable de un atentado suicida que mató en julio pasado a seis personas en Bulgaria.
Varios países desean desde hace tiempo dar ese paso, que es visto con recelos por otros como Francia y España.
Mañana, por el momento, se espera un primer debate y de la reunión no debe salir ninguna decisión en firme.
Los ministros repasarán además las perspectivas del proceso de paz de Oriente Medio y analizarán el deterioro de la situación en Irak.
También tiene previsto aprobar, en un punto sin debate, nuevas sanciones diplomáticas y financieras contra Corea del Norte en respuesta a sus últimas pruebas nucleares y con misiles. EFE