Las familias de los fallecidos en el atentado en Quinindé, un padre de familia y una mujer de la tercera edad, necesitan más que dinero, apoyo.
Entre lágrimas y sosteniendo entre sus brazos a su hija recién nacida la esposa de Aurelio Fricson Vivero Nieves no sabía como iba a criar a su pequeña. Ella necesita dinero para solventar sus gastos, pero el camino que le espera como madre soltera además que no se lo esperaba resultará muy difícil.
Para la familia de Gregoria Virginia Porozo Valencia la historia es muy parecida, su esposo señaló que su ‘negrita’ como el la trataba era su compañera de vejez. Él no sabía que pasaría con su futuro, pues su amada cónyuge era quien lo ayudaba a tener fe y además a soportar el peso de los años. Las víctimas viven, los muertos será enterrados.