30 ene (EFE).- La cadena de supermercados británica Tesco responsabilizó hoy a su proveedor del hallazgo de carne picada de caballo en sus hamburguesas y anunció que introducirá un control de ADN en sus productos cárnicos para asegurar la «calidad».
Tras el revuelo provocado este mes al encontrarse restos de equino en hamburguesas de cinco cadenas de supermercados con presencia en el Reino Unido e Irlanda, Tesco, uno de los afectados, ha rescindido su contrato con Silvercrest, propiedad de ABP Food Group, la mayor compañía proveedora de carne de ternera en Europa.
La cadena británica ha responsabilizado a ABP, cuyo dueño es el empresario irlandés Larry Goodman, de haber «quebrado la confianza» por comerciar con carne procedente de proveedores que no estaban dentro de la lista aprobada por Tesco.
A partir de ahora, la empresa someterá a sus productos cárnicos a un sistema de control de ADN, en un intento de pasar página tras el revuelo.
«Estas pruebas (de ADN) sentarán un nuevo estándar. Supondrán una inversión significativa para Tesco», afirmó hoy el director técnico del grupo, Tim Smith.
Este directivo aseguró que la empresa «quiere evitar que los consumidores tengan dudas de que se hará todo lo posible para asegurar la calidad de los alimentos y que los alimentos que compran contienen exactamente lo que pone en las etiquetas».
Smith deberá comparecer ante un comité parlamentario sobre medio ambiente, alimentación y asuntos rurales para tratar del escándalo sobre la carne de caballo en las hamburguesas.
En la mayoría de los casos en los que las autoridades alimentarias de Irlanda hallaron el pasado día 16 restos de equino en hamburguesas congeladas en las fábricas de algunos proveedores propiedad de ABP Food, se trató de pequeñas cantidades.
No obstante, en las hamburguesas que vendía Tesco, producidas por la fábrica de Silvercrest de ABP Food, el 29 % de la carne picada era de caballo.
Las autoridades alimentarias de Irlanda también señalaron a proveedores cárnicos de Polonia como responsables de haber introducido la carne de caballo en las hamburguesas encontradas en Tesco, aunque en principio señalaron que la carne podía provenir de España.
Smith explicó además que Tesco había prescindido de los servicios de Silvercrest al haber recurrido ese proveedor a carne procedente de fuera del Reino Unido o Irlanda, en contra de lo que se le había pedido.
«En consecuencia hemos decidido no tomar productos de ese proveedor en el futuro. Adoptamos esa decisión con pesar pero el quebrantamiento de confianza es, simplemente, demasiado grande», dijo Smith.
El contrato entre Tesco y Silvercrest era de alrededor de 15 millones de euros. El proveedor ya ha perdido además otro acuerdo con la cadena norteamericana Burger King, valorado en 30 millones de euros.
No obstante, según apunta el diario británico Financial Times, Tesco continuará recibiendo productos de carne de ternera de otras compañías subsidiarias de ABP Food Group. EFE