La madrugada de ayer las portadas de los periódicos brasileños y de América Latina se tiñeron de sangre. Una discoteca se incendió y dejó hasta el cierre de esta edición un total de 245 muertos. Casos parecidos se han suscitado en países como Argentina y en nuestro país. Muchos recordamos los momentos de dolor que vivieron más de una docena de familias ecuatorianas, que vieron como la tarde del 19 de abril de 2008, sus seres amados murieron calcinados en el interior de una improvisada sala de diversión. En Brasil y Argentina las causas fueron las mismas, el grupo que se presentaba lanzó petardos al techo y esto hizo que el mismo se incendiará. La falta de salidas de emergencia fueron el detonante para un tragedia sin igual. ¿Hasta cuando permitiremos que hechos así se susciten?