Jue. Nov 21st, 2024

Campos de reeducación

Tras varios casos de polémicas detenciones que generaron oposición hasta en el seno del régimen, el Partido Comunista de China ha abierto la puerta al fin, este año, de los controvertidos campos de reeducación, algo que ha sido recibido con moderado optimismo por organizaciones de derechos humanos.
El nuevo máximo responsable de seguridad del Partido Comunista de China (PCCh), Meng Jianzhu, uno de los ascendidos en el reciente relevo de la cúpula, anunció ayer que el régimen dejará de usar estos centros (unos 350 en la actualidad), que desde su creación en 1955 han privado de libertad a 160.000 personas según cifras oficiales.
Meng, responsable de la Comisión Política y Legislativa del Partido desde noviembre (mes en el que el PCCh relevó sus principales cargos), hizo este anuncio en una reunión con responsables judiciales de todo el país celebrada ayer, según señaló uno de los asistentes al diario “South China Morning Post”.
Por parte de las organizaciones de derechos humanos, Nicholas Bequelin, señaló a Efe que la noticia “sería una mejora en derechos humanos sin discusión”, aunque se mostró prudente y señaló que aún está por ver si estos campos serán realmente abolidos o simplemente se cambiarán por una fórmula más “suave” y aceptable por la opinión pública.

El caso que dio paso al debate

El caso que abrió en  China el debate sobre el sistema de “reeducación“, fue el de Tang Hui, una mujer cuya hija menor de edad fue violada y forzada a prostituirse durante años. Descontenta con el castigo que la justicia china dio a los que vejaron a su hija, Tang protestó públicamente, tras lo cual fue condenada por “disturbio social” a un año y medio de reeducación en verano de 2012.