Juan Pablo, 25 años. Soy de la ciudad de Loja y vivo en Quito con mi mamá y mis hermanas. Hace once meses llegó a mi casa mi prima menor. Los primeros días, las miradas eran muy frecuentes, hasta que ella, una mañana cuando estabamos solos, hablo conmigo y me dijo que me amaba desde hace mucho tiempo. Desde entonces tenemos una relación muy bonita, nos amamos mucho. Pero es difícil manejar las circunstancias del parentesco sanguíneo. Quiero pasar el resto de mis días con ella, por lo que quiero pedirle matrimonio, pero la situación es muy dificil. No se que le diré a mi mamá y a mis tíos. Me da mucho miedo que nos separen. No se que hacer.