El incremento del salario básico ha traído varias consecuencias, por un lado también se incrementarán las pensiones alimenticias. Por otro los infractores de tránsito también tendrán que pagar más. En el primer caso es plausible la medida, ya que miles de niños reciben pensiones ínfimas, con las cuales sus madres se acomodan como pueden.
Además es bien conocido que los ‘alimentantes’ tienen sus mañas para ocultar sus ingresos.
En este sentido las cosas no deberían manejarse con números, sino desde las necesidades de los más pequeños. Ha pesar de las mejoras que se han dado últimamente, todavía falta mucho por hacer, desde todos los ámbitos. Esperemos a ver las reacciones de los padres que tendrán que pagar más.