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12 dic (EFE).- La fiel afición del Corinthians brasileño, que hoy se clasificó en Japón para la final del Mundial de Clubes de la FIFA al vencer por 1-0 al Al Ahly egipcio, se vistió con los colores de su equipo en Sao Paulo, donde desde primera hora de la mañana el estruendo de los petardos y las bocinas indicaban la importancia del duelo deportivo.

La «nación corinthiana», como a los seguidores del club de Sao Paulo les gusta denominarse, madrugó hoy para asistir al partido de semifinales, que se jugó en el estadio japonés de Toyota.

Desde hace varios días, es fácil ver en las calles de la ciudad a seguidores portando grandes banderas blancas y negras con el escudo del equipo y espontáneos que gritan «Vai Corinthians» en cualquier esquina, a veces con la desaprobación y abucheo de la afición de clubes rivales como el Palmeiras.

El Corinthians, segundo club más popular de Brasil y el primero en el estado de Sao Paulo, se impuso hoy a los egipcios en un partido en el que sufrió más de la cuenta y que resolvió con un único gol del ariete peruano Paolo Guerrero.

El tanto de Guerrero desató la euforia de la afición brasileña, que desde una bochornosa jornada en Sao Paulo, enviaba sus parabienes a sus jugadores en Japón, donde se registraron tan solo 4 grados al inicio del encuentro.

El club brasileño, que logró clasificarse para la final por la mínima, conocerá mañana a su rival, que saldrá del partido entre el Monterrey mexicano y el Chelsea inglés, comandado por el español Rafa Benítez.

La final se disputará el día 16 y hasta entonces se espera que la fiesta no decaiga para la incombustible afición de uno de los equipos de más tradición de Brasil, que cuenta en su lista de solemnes seguidores con el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. EFE

Por sfeijoo