8 dic (EFE).- La saga entre las peleas del mexicano Juan Manuel Márquez y el púgil filipino Manny Pacquiao no ha llegado todavía a su final después que el primero lograse un nocáut espectacular al finalizar el sexto asalto en el cuarto combate revancha que ambos han disputado desde el 2004.
La pelea disputada en el MGM Grand Garden Arena, de Las Vegas, ante 16.348 espectadores, y dentro de la categoría del peso welter, sin títulos en juego, no defraudó y cumplió con las espectativas aunque el final fuese inesperado por la forma tan sorpresiva y dramática como se dio el nocáut, que ya es histórico.
Cuando todo parecía que Pacquiao, de 33 años, iba a conseguir la victoria clara que dejase fuera de dudas los dos anteriores triunfos que había conseguido y otro combate nulo, con decisiones polémicas de los jueces, llegó el «golpe perfecto», el soñado por cualquier púgil para ganar un combate y mantener el duelo más vivo que nunca.
Márquez, de 39 años, que en el tercer asalto ya había tirado a la lona a Pacquiao con otra derecha a la contra, cuando el púgil filipino dominaba y mejor boxeaba, sintió que su final estaba cerca después de caer él en el quinto y estar al borde de nocáut que le salvó la campana.
Pacquiao, más convencido que nunca que estaba a las puertas del gran triunfo por nocáut ante Marquez, inicio el sexto más agresivo y castigando con dureza al veterano púgil mexicano que también golpeaba a la contra, pero él era el que recibía mayor castigo y sabía que su rival no cesaría hasta tirarlo.
Sin embargo, llegó el momento inesperado y el que hace que el deporte del boxeo generé todo el suspense del mundo, con apenas segundos para concluir el sexto asalto, Pacquiao en su afán de aprovecharlos para seguir con el castigo fue a buscar a las cuerdas a Márquez.
Este lo esperó y cuando vio que Pacquiao sacó su mano izquierda para golpearlo, se giró perfecto sobre su pierna izquierda para esquivar el golpe y dejarlo completamente desprotegido y con todo el impulso del púgil filipino, que no se entero como Márquez le colocó una derecha demoledora a la contra que le impactó por completo en la cara.
Pacquiao cayó fulminado boca abajo sobre la lona para tardar varios minutos en recuperarse, mientras que Márquez, con la cara ensangrentada del castigo recibido, se subió sobre las cuerdas de una esquina del cuadrilátero para gritar con fuerza el ansiado triunfo que tanto había esperado durante ocho años y después de completar 42 asaltos.
«He colocado el golpe perfecto», declaró Márquez, que se llevo una bolsa de 10 millones de dólares. «Durante los últimos tres asaltos sabía que Pacquiao venía a dejarme fuera de combate y podía hacerlo en cualquier momento, por lo que también supe que arriesgaría, abriría su guardia».
No se equivocó en nada, sin el «golpe perfecto» Márquez hubiese tenido muchos problemas a medida que hubiese transcurrido la pelea porque Pacquiao estaba en control del combate y más entero físicamente, con menos castigo, además que sentía que volvía a ser la mejor versión de «Pac-Man».
Pero la historia fue muy diferente, ahora Márquez a sus 39 años es el boxeador que ha reivindicado su clase después de haberse enfrentado cinco veces a Pacquiao desde el 2004 y al final conseguir el triunfo que no dejó ninguna duda, todo lo contrario de lo que sucedió con los dos anteriores de su rival y el nulo que tuvieron.
Mientras que Pacquiao, a sus 33 años, aunque se llevó una bolsa de 25 millones de dólares, sufrió la derrota más espectacular y la que le llegó en el peor momento de su carrera, que puede estar en peligro de cara a su futuro como gran estrella.
Además la derrota fue la segunda consecutiva que sufría Pacquiao después que en el combate anterior del pasado junio también lo perdió por decisión dividida y muy polémica ante el estadounidense Timothy Bradley.
Pero el promotor Bob Arum, que acertó al decir que la pelea terminaría en nocáut, no cumplió lo que dijo en días previos que no habría un quinto combate, sino que ya adelantó que podría darse otra revancha, a lo que Pacquiao también respondió con un «porqué no».
Pacquiao, que antes de caer fulminado a la lona había demostrado que podría ser su gran noche con excelentes combinaciones de golpes e izquierdas que estaban haciendo su labor, reconoció que lo único que sucedió fue que recibió un golpe que no vio.
«Recibí un golpe que no ví», declaró Pacquiao, que se recuperó bien del nocáut y estaba al frente de las cartulinas de los tres jueces con 47-46 al concluir el quinto asalto.
Por su parte, el preparador de Pacquiao, Freddie Roach dijo que su pupilo estaba en control de la pelea, era el que más y mejores golpes había colocado, pero pago caro el no ver el que hizo historia.
«Tenía el control de la pelea», declaró Roach. «Simpelemente no tuvo cuidado en la recta final de un asalto que no tenía que haber ido a buscar a Márquez y luego sucedió que recibió el golpe que nunca vio».EFE