La Audiencia Provincial de Viena juzga desde ayer a la hispano-mexicana Estibaliz Carranza, acusada de matar y descuartizar a su exmarido y a su exnovio, cuyos restos ocultó en el sótano de la heladería que regentaba. El estudio sicológico practicado a la acusada concluye que es responsable de sus actos y puede ser juzgada y condenada, aunque la psiquiatra autora del informe advierte de una patología de transtorno de la personalidad y de un elevado riesgo de que reincida.
La Fiscalía ha pedido el ingreso de Carranza, de 34 años, en un centro para delincuentes con desequilibrios mentales.
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