Luego de un año lleno de tendencias exóticas y étnicas, Yanbal decidió vestir una de las fiestas más importantes del año con dos colores delicados, llenos de finura, encanto y sofisticación: el verde esmeralda y el dorado. Dos colores protagonistas que se combinan para pintar rostros, adornar cuerpos y llevarlos a un nivel superior y sorprendente.