Todo es alegría en Barcelona luego de la goleada 5-0 sobre su clásico rival, Emelec. Los toreros están prendidos en la recta final de la segunda etapa.
El ‘Ídolo’ ve cada vez más cerca la conquista de la estrella 14, tras aplastar sin compasión a un tímido ‘Bombillo’. El técnico Gustavo Costas, elogió a su equipo tras la magnífica victoria.
«Los clásicos no se juegan, se ganan de cualquier manera. El resultado nos da optimismo para llegar al título sin necesidad de una final», afirmó. Sin embargo, el ‘Narizón’ instó a los jugadores y a la hinchada a pensar con cabeza fría, ya que aún no se ha ganado esta etapa.
«Tenemos muchas finales más, el campeonato está parejo, hay otros equipos que tienen opciones. Tenemos los pies sobre la tierra y no creemos de este 5-0», destacó.
Por su parte, el presidente Antonio Noboa se refirió tácitamente al reclamo realizado por la dirigencia azul debido al tema de las entradas que pudo haber derivado en la pérdida de puntos para el cuadro torero. «Hay que ganar los puntos en la cancha, hay algunos llorones que hay que darles un abrazo», sentenció.
El equipo canario retomará mañana el campeonato al jugar su duelo aplazado contra Liga de Loja en el estadio Monumental.
Para este partido, Costas tiene dos bajas de importancia. Por un lado el volante Michael Jackson Quiñónez, quien ingresó al cambio durante el ‘Clásico’, sintió una dolencia en la parte posterior de uno de sus muslos.
Tras la resonancia magnética realizada ayer, se le diagnosticó una rotura fibrilar que lo mantendrá al menos 20 días ausentado de las canchas, lo que prácticamente le deja al margen por el resto del año.
A quien también se le acabó el año es al volante Michael Arroyo, quien estará ausente por un mes y medio, según se confirmó en la página web oficial de Barcelona.
«Arroyo sufrió una rotura de músculo basto interno del muslo izquierdo. Tendrá como mínimo seis semanas de recuperación», cita el portal.