Vie. Nov 22nd, 2024

Las entradas para uno de los conciertos más esperados del año, Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat están a punto de agotarse. Según Top Show a través de las redes sociales en stock existen cerca de 160 preferencias, las mismas que pronostican se venderán en esta semana. El show se dará el próximo 30 de noviembre en el Coliseo General Rumiñahui.

Charla sin reserva: (Tomado del Diario El Tiempo)

Joaquín Sabina: Fueron las ganas de volver a salir de gira juntos las que nos llevaron a hacer un disco. Nos parecía una falta de respeto -con el público y con nosotros mismos- repetir por repetir. Así que pensamos en hacer unas canciones y grabarlas. Eso daría un nuevo material. Creíamos que iba a ser algo complicado, pero nos ensamblamos con naturalidad, ¿eh?

Joan Manuel Serrat: Así fue porque si uno proponía una idea que al otro no le parecía, la idea se retiraba. No hubo una sola discusión. Esto solo se puede hacer a partir de la confianza mutua, retirar las vanidades y no pensar que lo que uno hace es la hostia.

JS: Y lo más interesante es que yo no he viajado a tu terreno ni tú has viajado al mío. Nos hemos encontrado los dos en un terreno intermedio. Hemos hecho un ‘Frankestein’.

JMS: Si yo me subo al escenario a tu lado es porque me siento a gusto. No hay nada, a menos que mi familia tuviera necesidades muy perentorias, que me hiciera montarme en una gira con alguien a quien no quiero, alguien con quien me siento a hacer una entrevista de esta forma. Esa cosa que se llama amistad, primo.

JS: Pero no es solo que no haya un lado negativo que tenga que ver con la lucha de egos. En realidad, yo disfruto en estos conciertos mucho más que cuando toco solo.

JMS: Lo que estamos diciendo es que nos amamos. Y que no tenemos sexo. Si no nos amáramos, no podríamos. Si tuviéramos sexo, esto se hubiera jodido también. (No tenemos sexo entre nosotros, quiero decir).

JS: Pero no tenemos sexo porque tú no quieres. Yo estoy abierto a cualquier cosa.

JMS: Mmmm, yo prefiero disfrutar de lo que escribes. Tus canciones siempre me han creado un mundo de emociones diferente al mío.

JS: Sabes que hubo un momento que todavía recuerdo con emoción, cuando me sentí adoptado por ti, cuando me invitabas a casa, me elegiste para ser tu amigo. Eso me puso contentísimo. Yo cantaba con mi guitarra tus primeras canciones cuando andaba por los bares de Londres. No me ha sido difícil meterme en un mundo que llevo en el corazón desde hace tantos años.

JMS: ¿Es decir que no te ha sido difícil llegar a quererme? Porque a mí sí. Pero ya olvidemos estas cosas, que estamos sonando muy babosos.

Una canción para la orquesta del Titanic

JS: Este tema nació de una idea vaga que tenía hace tiempo, pero no pensamos en hacer un disco conceptual alrededor de esta metáfora. Ha sido la gente, los periodistas, quienes luego la han relacionado con la crisis europea.

JMS: Pero sí teníamos claro que ahí había un gran reconocimiento a la dignidad. Que en esta vida, en la circunstancia en que te encuentres, puedes actuar con más o menos dignidad. Con toda o ninguna. Y los músicos del Titanic cumplieron con su trabajo y su manera de vivir hasta que el agua les llegó a los tobillos.

JS: Las canciones empiezan de un modo muy raro. La frase que aparece en ese tema («éramos asquerosamente jóvenes») no tenía nada qué ver ahí y luego se incrustó. Cosas que pasan por azares. Pero, como estábamos poniéndonos a contar algo que pasó hace mucho tiempo, le vino bien.

JMS: Y todos hemos sido asquerosamente jóvenes en algún momento. Esa frase es una manera de devolverle a la vejez el insulto que nos hace de arrebatarnos la lozanía. Es un reproche a algo que amamos profundamente, la juventud. Uno descubre el valor del tiempo cuando ya pasó.

JS: Y las ganas de aventura, de huir, de escaparse, de embarcarse…

JMS: ¿De quién?

JS: De los asquerosamente jóvenes.

JMS: A los asquerosamente jóvenes la verdad es que les tenemos envidia. Son unos hijos de putas guapos, ágiles.

JS: Y se tiran a nuestras hijas, los cabrones.

JMS: Y a las mujeres que nos gustan. Yo tenía un amigo que decía que la experiencia es un peine que te regalan cuando estas pelado. Con más edad puedes saber más cosas. Pero los momentos que recuerdas con más nostalgia o melancolía no son necesariamente en los que tu sabiduría se ha puesto más de manifiesto. Tu corazón te lleva a una piel, un sonido, un olor.

JS: Además, el género canción no tiene tanto que ver con la sabiduría ni con el reposo. Se relaciona más con la inspiración, con los arranques.

JMS: De acuerdo. La canción es un acto que no tiene que ver con esa reflexión. Como tu ocurrencia de meter en una canción una frase de Gabo que no creo que sea de él.

JS: «La pasión, según el Gabo, oxida y envejece». Es una cita inventada, pero a mí me divertía decir ‘según el Gabo’. Creo que en Memorias de mis putas tristes dice lo contrario.

JMS: Pero suena bien. Es una buena frase.

Tener un público

JS: Todos los días le doy gracias a los dioses paganos pero, la verdad, todavía no entiendo el proceso por el cual mis canciones viajan como viajan. No he perdido la sensación de haberme colado a una fiesta a la que nadie me había invitado, de que no merezco ese apoyo y de que todo lo que sucede es muy milagroso.

JMS: Uno crea una fidelidad que pasa por la confianza, la confianza artística y la personal. No sé si siempre hemos escrito una sola canción, pero sí creo que hay un concepto que nos va dando vueltas, como esas espirales que conformar el ácido ribonucleico. No tengo consciencia de que en algún momento de mi vida haya hecho un acto de ruptura brutal con mi pasado. Claro, hoy no soy capaz de escribir una canción como hace cuarenta años. Pero en el fondo hay una búsqueda que se mantiene, que no se acaba nunca.

JS: Me parece que la diferencia está en lo que uno sueña y lo que hace. Quiero decir, yo sueño siempre la misma canción, que es la más hermosa del mundo, y luego sale lo que sale. Pero lo que quiero es hacer una canción que te vuelva loco, te toque el corazón, que no puedas olvidar.

JMS: Escribes con frecuencia sobre perdedores… El fracaso es algo que nos unifica mucho. La muerte también.

JS: Pero eso está en todas las artes. La película que nos gusta comienza con un tipo que sale de la cárcel o que se jode a la mitad. El fracaso tiene una lírica más memorable y compartible que el éxito.

JMS: En este nuevo disco hemos escrito una canción de Navidad.

JS: Para decir que no nos gusta esa basura de manipulación comercial que hay alrededor de ella. Aunque, claro, cualquier cosa que propicie que la familia y los amigos se reúnan y se tomen unas copas, creo que está bien.

JMS: Y que se enaltezcan los valores humanos más solidarios. Es fantástico.

JS: Pero es que tienes que cenar con tu cuñado…

JMS: No tengo. Yo quiero ir a Cartagena, que es lo que hago habitualmente en esas fechas. ¿Te has fijado que tú y yo somos como Richard Burton y Elizabeth Taylor, que pasaron su vida casándose y divorciándose?

JS: Y emborrachándose. Lo divertido es que somos distintos. Si no fuera así, no tendría gracia juntarnos. Tenemos mundos tan diferentes, un modo de cantar tan distinto, que por eso es atractivo poner un pie en el mundo del otro.

JMS: Tienes que considerar otra cosa que ha hecho que esto siga adelante: que nuestras mujeres son amigas.

JS: Ah, esa es una condición sine qua non. Si estas brujas se llevaran mal, esto sería imposible.

 

Por kochoa