Puerto Príncipe, (EFE).- Un fuerte terremoto de 6,1 grados en la escala de Richter sacudió ayer de nuevo Haití y sus efectos se sintieron en la capital, Puerto Príncipe, donde se derrumbaron edificios ya afectados por el devastador sismo del pasado día doce.
El temblor, que tuvo lugar a las 06h03 hora local (11h03 GMT), fue fuerte y prolongado, según se pudo comprobar en distintos puntos de la capital.
El epicentro del sísmo tuvo una profundidad de 9,9 kilómetros y se localizó a 41 kilómetros de Jacmel, en el sureste del país, y a 59 kilómetros de la capital haitiana, según datos del Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS).
A pesar de la intensidad del movimiento telúrico, no se ha activado una alerta de tsunami en la zona.
Miles de personas han muerto a consecuencia del terremoto del pasado martes, de 7 grados de intensidad, mientras que cientos de miles se han visto afectados, en la que se considera una de las mayores catástrofes humanitarias de la Historia.
LA ONU BUSCA
NUEVAS VÍCTIMAS
Los equipos de búsqueda y rescate de personas de la ONU se movilizaron rápidamente para establecer si el terremoto que sacudió ayer a Haití, causó nuevas víctimas, confirmó la Oficina de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas (OCHA).
«Nuestros equipos en el terreno están a salvo y los expertos en rescate se han lanzado a las calles para ver si el nuevo temblor ha provocado derrumbes adicionales y si hay más gente que ha quedado atrapada entre los escombros», dijo a Efe la portavoz de la OCHA, Elizabeth Byrs. Precisó que el epicentro de este movimiento telúrico, se ubicó a sólo 2 kilómetros de la localidad de Petit Goâve, a 60 kilómetros al oeste de Puerto Príncipe. Byrs dijo que helicópteros de la Misión de Estabilización en Haití (Minustah) se movilizaron para hacer una evaluación inmediata de los daños en esa localidad.
LA HIGIENE ES EL
MAYOR PROBLEMA
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) afirmó que los problemas de higiene y saneamiento, se han convertido en uno de los principales retos en el devastado Haití.
Los activistas sobre el terreno de la Cruz Roja, señalaron mediante un comunicado que la escasez de agua, tanto para ingestión como para higiene es alarmante, dados los eventuales problemas sanitarios que puede acarrear.
La Cruz Roja está distribuyendo agua potable a unas 12 mil personas en la capital, Puerto Príncipe, algo que es totalmente insuficiente. Otra de las principales preocupaciones es el alza repentina de los precios, que hace inaccesible los alimentos a aquellos que aún cuentan con dinero líquido.
Por otra parte, la Cruz Roja ha establecido un sistema de registro de personas que buscan a familiares desaparecidos. Hasta la fecha 23.500 personas se han inscrito, de las cuales 1.600 han logrado encontrar a sus seres queridos. Alrededor de 70.000 muertos han sido enterrados.