El estado de Texas (EEUU) ejecutó a Jonathan Green por la muerte de una niña de 12 años en el 2000 y pese a que sus abogados recurrieron hasta el último momento la pena capital por considerarlo un enfermo mental, según medios locales.
Green, de 44 años, fue ejecutado con una inyección letal después de que el Tribunal Supremo rechazara un recurso de última hora para que se detuviese la condena.
Finalmente, sus abogados no consiguieron que se revocara la sentencia de un tribunal que había invalidado una sentencia anterior, de comienzos de esta misma semana, que pedía la suspensión de la ejecución.
Green, que expiró poco después de las 23.00 hora local del miércoles (03.00 GMT del jueves), unos veinte minutos después de que se le administrara el pentobarbital, aseguró que era inocente antes de postrarse en la camilla.
El condenado fue declarado culpable del secuestro, violación y estrangulamiento de Christina Neal, una niña de 12 años, cuyo cadáver fue hallado en la casa del acusado un mes después de que se informara de su desaparición.
Green es el décimo ejecutado en Texas en lo que va de año. EFE