6 oct (EFE).- La cantante Lady Gaga ha colmado todas las expectativas con una actuación estelar en un Palau Sant Jordi lleno a rebosar que se ha rendido a la ‘performance’ de la estrella del pop estadounidense en su paso por Barcelona dentro de la gira mundial «Born This Way Ball».
En el que ha sido el único concierto en España de la gira de la celebridad para presentar su segundo disco («Born This Way»), Lady Gaga ha desatado el delirio entre el público al ofrecer un total espectáculo artístico, musical y lleno de talento.
Su entrada al escenario a lomos de un caballo negro, con la canción «Highway Unicorn» como primer tema, tan sólo ha sido el prólogo de la velada en un Sant Jordi sin localidades vacías.
El escenario -adornado con un castillo medieval con toques futuristas-, los constantes cambios de vestuario -a cuál más estrambótico- y el coro de bailarines que le acompañaban no han hecho más que engrandecer los reconocidos temas de la cantante, que son muchos.
Pronto ha sonado la canción que da nombre a su gira, «Born This Way», que ha encendido a un Sant Jordi con un público con mucha presencia femenina y del colectivo homosexual, bien adornado de toda la estética gótica que envuelve el mundo Gaga.
A sus grandes canciones como «Bad Romance», «Just Dance» o «Alejandro» se han añadido otros temas como «Telephone» «Poker Face» o «Paparazzi». Hits que han dado la vuelta al mundo de una de las artistas más conocidas del planeta.
Prueba de ello es que recientemente ha alcanzado los más de 30 millones de seguidores en la red social twitter, la que más tiene en todo el mundo.
Para acabar de conquistar al público si no lo tenía ya rendido, Lady Gaga ha aparcado sus originales vestimentas para aparecer ataviada con la camiseta del Barça -a tan sólo unas horas de disputarse el clásico contra el Real Madrid en el Camp Nou- y ha puesto nuevamente el Sant Jordi a sus pies.
Un detalle que tiene su trascendencia, puesto que la artista controla hasta el último detalle de su vestuario y en esta ocasión ha optado por llevar durante un buen rato de la parte central concierto la elástica del club catalán.
Eso sí, la zamarra no ha restado ni un ápice del erotismo que desprende y desata Lady Gaga, en un concierto con muchos guiños al público español, al que le ha dedicado bonitas palabras en inglés.
Un espectáculo de más de dos horas de duración y medido hasta el último segundo, lo que demuestra que esta artista está hecha de otra pasta, o que al menos, concibe y sabe vender su producto de una forma inigualable.
Lady Gaga ha dejado su huella en Barcelona –donde actuaba por segunda vez en su carrera- y ha dicho adiós a los espectadores que se han quedado con ganas de más minutos de actuación, pese a acabar emocionando con «The Edge of Glory» y «Marry The Night».
Con este recital, la artista de Estados Unidos pone fin a su paso por Europa tras un periplo por más de 20 países del viejo continente.